Los presidentes de Rusia y de Estados Unidos, Vladimir Putin y Barack Obama, respectivamente, se reunieron este viernes para hablar sobre Siria al margen de la cumbre de jefes de Estado del G20, pero mantuvieron sus divergencias respecto a este tema.
«Hablamos sentados, la conversación duró 20 a 30 minutos. Fue constructiva, significativa, cordial. Cada uno mantuvo su posición», declaró Putin en una conferencia al final de la cumbre que se llevó a cabo en San Petersburgo.
Además, afirmó que Moscú ayudará al país árabe en caso de un ataque militar exterior. «¿Vamos a ayudar a Siria? Sí», afirmó el Jefe del Kremlin en respuesta a una pregunta de la prensa.
Respecto a los planes de Washington de lanzar un «ataque limitado», Putin sostuvo que éste sólo cuenta con el respaldo de cinco países del grupo. Enumeró así a Francia, Canadá, Turquía, Arabia Saudí y el Reino Unido, aunque destacó que el Parlamento de este último país «atendiendo a la voluntad del pueblo» manifestó su rechazo a una acción militar.
Obama hablará a los estadounidenses el martes
De su lado, Obama también dijo que el encuentro con su homólogo ruso fue «constructivo y cordial», pero añadió que «no esperaba que nos pusiéramos de acuerdo sobre el tema».
Insistió en que «debe haber una respuesta firme y medidas serias» para castigar el supuesto uso de armas químicas por parte del régimen sirio, pues señaló que son un peligro para toda la región. Añadió que el «conflicto subyacente sólo podrá resolverse a través de una transición política» y que para ello hay que trabajar en conjunto.
El mandatario estadounidense anunció, además, que se dirigirá en un mensaje a la nación el martes y aseguró que fue elegido «para poner fin a las guerras, y no para comenzarlas, pero el mundo no puede permanecer con los brazos cruzados».
Respecto a la actitud de la comunidad internacional, Obama declaró que «se necesita acción, no otro 'comunicado de condena'».
El presidente ruso mantiene un inflexible apoyo al régimen de Bashar al Asad y rechaza toda idea de una intervención militar contra Damasco, que Barack Obama quiere llevar a cabo en reacción al ataque con armas químicas del 21 de agosto por el que se acusa al régimen sirio.
De su lado, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, les advirtió a los líderes mundiales que una acción militar contra dicho país sería «imprudente» y podría tener «consecuencias trágicas».
Mientras que el primer ministro británico, David Cameron, no excluye acciones sin el mandato de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. «Será mejor con resolución, pero no se puede excluir acciones si no se logra «, apuntó hoy.
En tanto que el presidente francés, François Hollande, afirmó que está a la espera del Congreso y el Senado de EEUU., pero también del informe de la ONU. «Como resultado de todo esto, tomaré una decisión. Me dirigiré al pueblo y la anunciaré», dijo.