El Senado de Estados Unidos aprobó hoy la reforma financiera más ambiciosa de los últimos 80 años en el país, que busca poner fin a las maniobras más riesgosas de Wall Street y representa una importante victoria para el presidente Barack Obama.
Con la votación por 60 votos a favor y 39 en contra de las más amplias reformas desde la Gran Depresión, el proyecto de ley irá ahora al escritorio de Obama para su firma.
Ahora se espera que Obama convierta la propuesta en ley con su firma la semana próxima, poniendo fin a más de un año de acalorado debate sobre cómo regular el sector financiero.
La legislación de más de 2 000 páginas, que endurece las normas y el control para las entidades financieras y refuerza el derecho del consumidor. Apuntan a impedir que las compañías financieras se involucren en las prácticas financieras riesgosas que llevaron a Wall Street cerca del colapso en 2008 y marcaron el comienzo de la recesión global.
También están previstas nuevas regulaciones para el pago de salarios de los altos directivos de empresas con cotización en bolsa. Y los accionistas tendrán un derecho de intervención no vinculante en los sueldos.