Al amanecer de este viernes fueron sacados de la mina los últimos cadáveres que quedaban en su interior, explicó John Fredy Rendón, director del Departamento Administrativo para la Atención de Desastres (Dapard) del departamento de Antioquia, territorio en el que está localizada la mina.
La tragedia se inició hacia la medianoche del pasado 16 de junio, cuando se registró una explosión, presumiblemente por acumulación de gases, en la mina San Fernando, ubicada en una zona rural del municipio de Amagá, en Antioquia (noroeste).
En el momento del accidente, que se produjo cuando se realizaba el cambio de turno de los trabajadores, había unas 160 personas en el túnel de la mina, de las que 90 lograron salir y 73 quedaron atrapadas.
Las tareas de rescate de los fallecidos se han prolongado durante varios días por los derrumbes y la acumulación de gases en el túnel de la mina donde ocurrió la explosión.
El presidente colombiano, álvaro Uribe, ordenó el cierre de la mina por dos semanas para agilizar la investigación sobre las causas de la explosión.