El primer día en contra de la pena de muerte se celebró en 2003. Fue promovido por la Coalición Mundial Contra la Pena de Muerte, que reúne a organizaciones no gubernamentales de varios países.
Establecido por organizaciones que participaron en el I Congreso Internacional Contrala Pena de Muerte en Estrasburgo en 2001, la coalición busca promover la creación de fuerzas nacionales, la organización de actividades comunes y un lobby internacional para sensibilizar a los estados que aún mantienen este castigo.
La celebración de este año se concentra en la inhumanidad de la pena de muerte como un trato y castigo degradante y cruel. Las malas condiciones de quienes esperan su ejecución ejercen un castigo sicológico extremo entre los convictos.
Adicionalmente, las denuncias de la coalición apuntan a que quienes esperan su ejecución son mantenidos en malas condiciones, mal alimentados y escaso acceso a medicinas.
Actualmente, más del 25 por ciento de los países del mundo (alrededor de 40) mantienen la pena de muerte. La mayoría en el Medio Oriente y Asia. El país que castiga más es China, que tiene un promedio anual de 5 mil muertes.
Otro países con pena de muerte son Irán, Arabia Saudita, Egipto, Corea del Norte, Bielorrusia, Vietnam, Iraq y Estados Unidos, este último es el único país americano que la aplica.