El Ministerio de Ambiente, a través de su programa Guayaquil Ecológico, proyecta la reforestación de 10 hectáreas de manglar, hasta finales de este año, en las riberas de los esteros que rodean la ciudad, especialmente en las zonas populares y suburbios.
La gestión, hasta el momento, se ha desarrollado en dos fases. La primera se realizó en abril pasado con la siembra de 2.700 plántulas de Rhizophora mangle (conocido como mangle rojo) en los esteros Mogollón y Cobina.
El viernes pasado el programa gubernamental continuó con la siembra de 4 mil plántulas, de la misma especie, en la ribera del estero Cobina, en el sector de la cooperativa El Cóndor, en el Guasmo Sur.
David Pasquel, gerente del proyecto Guayaquil Ecológico-Componente Estero Salado, explicó que el mangle rojo tiene una acción purificadora que ayudará a descontaminar el agua y propiciará la recuperación del ecosistema.
Hasta el pasado fin de semana, se rescataron 4 hectáreas de manglar en la ciudad. En el estero Mogollón, ubicado en la cooperativa Héroes del 41, se reforestaron 0,60 hectáreas.
Mientras que en el estero Cobina se reforestaron 3,40 hectáreas: 1,40 en el sector Proletarios con Tierra y 2 en El Cóndor.
«Es solo uno de los componentes del rescate del estero en donde la comunidad que vive cerca de estas áreas ha sido un factor importante», manifestó Pasquel.
Los moradores y planteles educativos, tanto primarios como secundarios, de las zonas aledañas a las áreas del manglar han participado del sembrío de las plántulas y se han comprometido a su cuidado.
En algunos puntos de las locaciones intervenidas existió la necesidad de realizar, previamente, una minga para retirar los desechos plásticos y orgánicos arrojados a las riberas.
Además, se procedió, en conjunto con el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi), a censar y reubicar a las familias que construyeron sus casas al pie del estero.
Fernanda Poroso, habitante de El Cóndor, comentó que ya fue censada el año pasado por el Estado, aunque no conoce detalles de lo que será su nuevo immueble.
La casa de la ciudadana se sostiene entre el relleno de una calle y palos clavados en el sedimento del estero Cobina.
«Solo espero que el cambio sea para bien, no tengo inconveniente en salir mientras se me garantice primero una nueva vivienda», manifestó Poroso.
El Miduvi prevé la reubicación de aproximadamente 5 mil familias, asentadas en un promedio de 12 kilómetros de las riberas.
El trabajo de desarrollo del plan de rescate del Estero Salado comenzó en 2010 con la identificación de las zonas críticas.
Los tramos con mayores niveles de contaminación fueron señalados en un estudio de la consultora Lahmeyer Cimentaciones, en 2000. Como complemento de la siembra de manglar las aguas del afluente son oxigenadas.