Las formas de expresión y comportamiento de los servidores públicos faltos de amabilidad, cordialidad, solidaridad y cortesía en la atención y el servicio hacia los demás (empleadores y empleados), así como la falta de respeto a las diferencias, son considerados actos de corrupción.
El nuevo Código de ética de la Función Ejecutiva así lo dispone y la calidez, junto a nueve principios y valores como el respeto, la integridad, transparencia, solidaridad, colaboración, efectividad, responsabilidad y lealtad son los principios y valores éticos; que, según Diego Guzmán, secretario de Transparencia, se busca recuperar y revalorizar en 140 instituciones públicas.
Según explicó Guzmán, tomó entre cuatro y cinco meses elaborar el código. En la construcción se realizaron talleres que contaron con la participación de 1.166 servidores públicos de 140 instituciones. Contó que nació como una iniciativa del presidente Rafael Correa y que “cuando se habla de un grupo amplio de servidores públicos (más de 400.000 empleados) era necesario contar con un marco para que desarrollen su actividad profesional”.
Guzmán precisó que el código no es punitivo y que más bien cada una de estas entidades públicas supervisarán que se cumplan los principios mediante la formación de Comités de ética. Estos grupos estarán formados por un coordinador de gestión estratégica (director provincial o zonal), quien los presidirá y tendrá voto dirimente.
También estará la máxima autoridad o su delegado de las unidades agregadoras de valor, quienes tendrán voz y voto.
A ellos se suman dos servidores o trabajadores principales y dos suplentes que se escogerán al azar por sus compañeros cada seis meses de entre los servidores no pertenecientes a las áreas en las que se suscite la denuncia.
Además, estarán el director de Talento Humano o quien haga sus veces y el coordinador jurídico o su delegado.
Según el código, ellos serán responsables de implementar y difundir el Código de ética, reconocer e incentivar comportamientos éticos positivos.
En el caso de actos que ameriten sanciones civiles o penales se receptará y conocerá el incumplimiento del Código de ética y se derivará a la instancia interna competente.
Cuando existan actos referidos a sanciones administrativas, este Comité buscará paralelamente acciones con el área correspondiente que procure la mejora de comportamientos y convivencia institucional.
Guzmán precisó que este Comité -al igual que cualquier ciudadano- puede denunciar cualquier acto de corrupción a la Contraloría y Fiscalía, para que se investigue.
El Código de ética dispone que los comités deberán reunirse una vez por mes de forma ordinaria y en cualquier momento a petición motivada de uno o más de sus miembros y por convocatoria del presidente.
Este grupo humano deberá implementar el Código de ética en su institución, realizar y socializar un manual que ejemplifique los comportamientos éticos, así como reconocer e incentivar comportamientos positivos.
Para Guzmán es necesario acabar con un mal: “la perversidad del chisme se perfecciona en la vulnerabilidad del que lo escucha y la irracionalidad del que lo repite”.
Manifestó que así como la Función Ejecutiva ahora cuenta con un Código de ética sería necesario que otras funciones (Legislativo, Judidicial y Electoral) se sumen a esta iniciativa.
En cuanto a la sugerencia del Primer Mandatario de que la Función Legislativa cuente también con un Código de ética dijo: “practicamos lo que decimos”.
Hasta el momento, la Secretaría de Transparencia distribuyó 5.000 ejemplares en las entidades. “Es un código para asumir con el corazón, pero practicarlo en la actitud”, dijo.