“Tenemos informes satelitales, técnicamente estimados que estuvieron 150 mil personas de todas las partes del país que vinieron a decir 30-S nunca más”, afirmó este 1 de octubre el presidente ecuatoriano Rafael Correa, al referirse a la conmemoración que se realizó ayer en Quito para recordar los hechos del 30 de septiembre del 2010.
Dijo que ofreció disculpas a la gente que llegó hasta el lugar y que “esperaban que hable. Sinceramente estaba muy triste ese día y hable muy poco, unos trece o quince minutos”.
Mencionó que al cumplirse un año del intento de golpe de Estado se siente agradecido por haber salido con vida, porque la gente salió a defender la democracia.
Dijo sentirse “comprometido con el pueblo a dejar la vida si es necesario, para servir a nuestros mandantes y también triste por los caídos y por los heridos, por los excesos de una institución de la que no esperábamos”. Correa aseguró que el 30 de septiembre del 2010 se vieron excesos desde temprano, cuando ciertos policías ordenaban disparar. “Cuánto abuso”, ¿Quién ordenó disparar? Tratando de echarle la culpa al presidente de lo que ocurrió el 30 de septiembre. Hasta dónde llega la miseria humana”, dijo el mandatario.
Asimismo, agradeció la solidaridad y el valor de las víctimas de ese día. Y reconoció el gesto de valentía del comandante del Regimiento Quito, Juan Carlos Rueda, quien ofreció disculpas por el 30-S”.