Un suicida hizo explotar este viernes una bomba que llevaba adosada a su cuerpo, dentro de una mezquita suní en el centro de Irak, causando la muerte de al menos 20 personas, según informaron fuentes médicas y policiales.
El estallido del artefacto ocurrió en la aldea de Wajihiya, en la provincia de Diyala, a unos 60 kilómetros al noreste de Bagdad.
El ataque se produjo en el momento en el que decenas de fieles rezaban la oración musulmana del viernes en la mezquita de Abu Bakir al-Sideeq.
El saldo de víctimas es preliminar y se presume que otras 25 personas que resultaron heridas se encuentran en estado grave.
Durante el mes sagrado del Ramadán han aumentado los atentados terroristas y la violencia sectaria en este país.
Según cifras de la ONU, desde abril se ha registrado más de 2.800 fallecidos en ataques violentos en Irak.