Ecuador es el tercer país con menor desigualdad salarial de Latinoamérica y se sitúa en cuarto lugar entre los que tienen mayor nivel de formalidad en el empleo, según un informe conjunto elaborado por la Comisión Económica para América Latina (Cepal) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En el documento los organismos de las Naciones Unidas analizan la situación del trabajo durante el primer semestre del año y explican los mecanismos que han permitido reducir la desigualdad de los ingresos laborales en la región en la última década.
De acuerdo con el informe, el empleo formal creció en términos relativos en todos los países, con excepción de México, en donde disminuyó desde el 46,1% en 2009 hasta el 44,6% en 2013. Los países que registraron los mayores aumentos en la formalización del empleo fueron Ecuador (12,2 puntos porcentuales) y Paraguay (7,0 puntos porcentuales).
La lista de los países con mayor nivel de formalidad en el empleo en relación con el total de trabajadores la encabeza Brasil (62%), seguido de Panamá (57%), Argentina (55%), Ecuador (52%), Colombia (46%), México (45%), Paraguay (38%), Perú (32%) y Bolivia (30%).
Según los últimos datos de la OIT, existen 130 millones de trabajadoras y trabajadores en condiciones de informalidad en la región, lo que representa casi el 47% de la población.
En cuanto a la distribución del ingreso laboral en relación con los que más dinero ganan y los que menos, el país se ubica en el tercer lugar en la región con una brecha de 7 puntos. En el primer puesto está Argentina, con una brecha entre los grupos salariales inferior a los 6 puntos, en el segundo puesto México con 7, Paraguay con cerca de 8, Perú con más de 8 y Brasil y Colombia con 9 puntos.
El informe menciona que mientras que los procesos de formalización contribuyeron mayoritariamente a reducir las brechas de ingresos entre grupos de trabajadores con diferentes niveles de educación, el impacto en las brechas entre hombres y mujeres fue desigual.
“En Brasil, Ecuador, Panamá y Paraguay las tendencias de formalización tuvieron un efecto favorable en la reducción de diferencias de ingresos laborales entre hombres y mujeres, dado que entre las últimas el grado de formalización creció más que entre los hombres”, dice el estudio.
Desempleo urbano
Los organismos indican que la poco favorable evolución de la economía de América Latina y el Caribe en el segundo semestre de 2014 no impedirá que el desempleo urbano regional disminuya levemente este año a 6,0% o 6,1%, desde el 6,2% anotado en 2013.
La Cepal y la OIT informaron que en 2014 no se prevé una reactivación de la generación de empleo a nivel regional, aunque una menor participación laboral –es decir, la proporción de la población en edad de trabajar que está dentro de la fuerza de trabajo, ya sea ocupada o desempleada- permitiría la caída en la desocupación.
En cuanto a las tasas medias de desempleo urbano, el informe señala que Ecuador en 2003 tenía un porcentaje del 11,5%; en 2006 8,1%; y en el primer semestre de este año 5,7%. El país tuvo una reducción de la tasa de desempleo urbano de 5,8 puntos porcentuales entre 2003 y el primer semestre de 2014.
Avances en política laboral
José Villavicencio, presidente general de la Unión General de Trabajadores del Ecuador (UGTE), opinó que el país ha tenido avances interesantes en política laboral, tales como el incremento del salario básico, que pasó en 7 años de $ 170 a $ 340, y la formalización del trabajo doméstico y el acceso de las trabajadoras remuneradas del hogar a la seguridad social; no obstante, respecto al informe, consideró que se está evaluando únicamente detalles técnicos y matemáticos, y no la situación socioeconómica del trabajador.
“Se debe hacer un estudio de carácter social para que allí se pueda conocer cómo vive el trabajador ecuatoriano, pues son realidades distintas según cada país, nosotros usamos dólares por ejemplo”, señaló.
Según Édgar Sarango, presidente del Frente Unitario de Trabajadores (FUT), se trata de procesos que están construyéndose y que son innegables. “Cómo no vamos a estar de acuerdo con que una trabajadora del hogar pueda estar afiliada al seguro social”, expresó.
Sin embargo, coincide con Villavicencio en que el incremento del salario básico durante el gobierno de Rafael Correa no compensa la inflación, por lo que continúa siendo deficiente. En cuanto a políticas salariales, Sarango dijo que la propuesta de su sector ha sido siempre que los sueldos en Ecuador sean progresivos y que alcancen paulatinamente el costo de la canasta básica “tal como dice la Constitución”.
“Actualmente la canasta se encuentra cerca de los $ 638 y el salario en $ 340, lo que quiere decir que cubre apenas el 52%”, dijo Sarango.
El presidente Rafael Correa mencionó a finales de 2013 que debido a los incrementos del salario nominal en dólares la capacidad de compra aumentó alrededor del 40% en siete años de su Gobierno. “En América Latina, de 2002 a 2012, en promedio el salario real aumentó un 30%. Nosotros, en un poco más de la mitad de ese tiempo, hemos subido el salario real mucho más que el promedio de América Latina”, dijo el Mandatario.
Fuente: El Telégrafo