La Organización de Naciones Unidas (ONU) advirtió este lunes que alrededor de 750 mil personas corren el riesgo de morir en Somalia en los próximos cuatro meses, por la hambruna que azota a esa nación, producto de la peor sequía en los últimos 60 años y ante la falta de respuestas de la comunidad internacional sobre esta crisis humanitaria.
“En total, cuatro millones de personas se encuentran en situación crítica en Somalia, de las que 750 mil corren el riesgo de morir en los próximos cuatro meses en ausencia de una respuesta adecuada, en términos de envío de ayuda”, señaló en un comunicado la Unidad de Análisis de la ONU para la Seguridad Alimentaria y la Nutrición (Fsnau, por su sigla en inglés).
La Fsnau recordó que “decenas de miles de personas ya murieron, de las que más de la mitad eran niños”.
A los afectados actuales podrían unirse otros 50 mil en las áreas de cultivo de Gedo y Juba, al suroeste de Somalia, según las investigaciones de la Fsnau.
“Si el nivel actual de respuesta (a la crisis humanitaria) continúa, la hambruna seguirá progresando en los próximos cuatro meses”, enfatizó el organismo.
La Fsnau explicó que la ausencia total de precipitaciones durante la temporada de lluvias de octubre a diciembre de 2010, y los escasos chubascos de abril a junio de este año ha dado lugar a la peor cosecha de los últimos 17 años.
“A esto se une que la demanda de mano de obra se reduce y hay un exceso de mortalidad entre los animales”, además de un aumento de los precios de los alimentos, añadió el organismo de las Naciones Unidas.
En julio pasado, la ONU señaló en un precedente balance que 450 mil personas estaban en peligro de muerte en Somalia, donde se estima que viven menos de ocho millones de personas.
Desde ese mes hasta el presente, sólo se había abonado el 59 por ciento de la ayuda solicitada para el conjunto de los países del Cuerno de áfrica afectados por la sequía, es decir, poco más de mil millones de dólares sobre dos mil 400 millones, según cifras de las Naciones Unidas.
Asimismo, en julio pasado la ONU declaró en hambruna a cinco regiones: Baja Shabelle y el sur de Bakool, ambas limítrofes a Bay, los 400 mil desplazados de los campamentos de Afgoye, al norte de Mogadiscio (capital), los instalados en la propia capital y los distritos de Balaad y Adale, en la región de Media Shabelle.
Según la ONU, el estado de hambruna se declara en una zona cuando al menos el 20 por ciento de la población padece una falta extrema de alimentos, más del 30 por ciento sufre malnutrición aguda y la tasa de mortalidad es de más de 2 personas al día por cada 10 mil habitantes.
Alrededor de 12,4 millones de personas residentes en el Cuerno de áfrica sufren la peor sequía en décadas y necesitan ayuda humanitaria, según la ONU.
Somalía es el país más afectado debido a la epidemia de cólera, que se sumó a la hambruna por la actual situación de insalubridad, malnutrición y hacinamiento de desplazados, y por la guerra civil en la que está inmersa desde 1991.
Este conflicto destruyó buena parte de sus infraestructuras, por lo que se dificulta el acceso al centro y al sur del país, para asistir a la población.