En un recorrido por las calles de la capital del Ecuador, Quito, un sondeo reveló que 9 de 10 entrevistados aprueban la evaluación a casi siete mil servidores judiciales, que empieza este 26 de noviembre.
En el marco de la reestructuración judicial, aprobada por referéndum, la Judicatura dispuso que este 26 de noviembre los funcionarios de justicia, rindan un examen sicológico, y las pruebas teóricas el próximo 10 de diciembre.
Además abrió el proceso de separación voluntaria a quienes no deseen someterse a la evaluación. Según cifras no oficiales, al menos 1 700 personas se acogieron a este mecanismo.
Asociaciones de servidores judiciales presentaron recursos jurídicos para intentar detener el proceso de evaluación, sin embargo el vocal del Consejo de la Judicatura, Fernando Yávar, afirmó que el proceso continúa.
“No es el objetivo de la evaluación sacar jueces, sino saber cuáles son los mejores para que continúen a partir del mes de enero”, señaló el funcionario.
Para pasar la evaluación, los funcionarios judiciales deben obtener un mínimo de 70 puntos para que sean considerados. Si llegan a un 69,9 significará que reprobaron, explicó Yávar.
La evaluación será calificada sobre 100 puntos de la siguiente manera: productividad (30 puntos), expediente (10), capacitación (10), pruebas de conocimientos (40), pruebas psicométricas (10). La prueba psicológica es determinante y no tiene puntaje.
La justicia ecuatoriana entró en un proceso de transformación por mandato popular. El Consejo de la Judicatura de Transición es el organismo encargado de llevar adelante la reestructuración. Uno de los ejes considerados en su plan de trabajo es el Talento Humano, dentro del cual fue considerada la evaluación a los servidores judiciales.