El pueblo nasa, ubicado en el suroeste colombiano, prendió las alarmas con su grito de protesta ante el conflicto armado que tiene lugar en su territorio. Los ecos de sus consignas llegaron hasta Ecuador, donde un grupo de jóvenes repitió los cánticos de paz ante la embajada de Colombia en este país.
El conflicto, de hondas raíces históricas, estalló el pasado 11 de julio cuando los nasas desalojaron del cerro Alto Berlín -un sitio sagrado para ellos- a soldados acantonados en una base militar desde la cual custodiaban una torre de comunicaciones.
Los jóvenes colombianos mostraron su indignación ante la situación de los habitantes del Cauca. Guillermo, uno de los manifestantes, aseguró que la lucha del pueblo nasa busca construir una paz democrática y que haya justicia. “Los indígenas han sido excluidos de todo ejercicio de derechos en Colombia, pero de lo único que no han sido excluidos es de la guerra (…) Los indígenas han sido carne de cañón en este conflicto, han sido el yunque que recibe el martillo del gobierno y los otros actores armados de Colombia”, dijo.
Entre consignas como “Estamos cansados, estamos agotados, solución política al conflicto armado” o “Ajiaco, ajiaco, el pueblo está verraco”, los manifestantes mostraban pancartas y hacían sonar silbatos ante la mirada de los transeúntes de la calle 12 de octubre, donde está la embajada colombiana en Quito.
Los medios colombianos –dicen los manifestantes- han manipulado la información al decir que la protesta del pueblo nasa está organizada y manipulada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP). Uno de los asistentes a la jornada aseguró que se trata de un artilugio mediático del gobierno que se ha utilizado para deslegitimar todas las reivindicaciones sociales de los colombianos.
“Los medios no reflejan lo que pasa, prácticamente cercenan la posibilidad de una información efectiva y cierta. El fenómeno de la verdad es construido desde los medios a través de sus imágenes de lo que son víctimas y victimarios. Ahora, hay una nueva víctima mediática que es, paradójicamente, el ejército colombiano”, aseguró.
Esta posición la reafirma ángela, otra de las manifestantes colombianas que estudia y reside en Quito. “Uno de los grandes enemigos que tiene el pueblo colombiano son los medios de comunicación. Eso se ha puesto en evidencia en los últimos sucesos del Cauca: nos han mostrado noticias sesgadas; y no solamente eso sino que son noticias que conducen al odio, al racismo. Realmente, miramos con preocupación la hegemonía que maneja los medios, que lo único que hace es servirle a los intereses de la oligarquía colombiana”, afirmó.
Los ciudadanos colombianos resaltan la importancia de la ley ecuatoriana que prohíbe que los banqueros tengan más del 50% de acciones en los medios de comunicación. “En Colombia, Sarmiento Angulo es dueño del periódico El Tiempo, que es el mismo periódico del presidente Santos, de la familia Santos. Ahí vemos nosotros que hay un inmenso vacío para lograr una Colombia democrática. Estos medios le hace más fácil el trabajo de la derecha descompuesta”, concluyó una de las manifestantes.