Con la designación del director titular, Richard Ortiz, desde el 22 de junio de este año entró en funcionamiento el Instituto de Investigación, Capacitación y Promoción Electoral (Instituto de la Democracia), organismo de carácter técnico que tiene como misión el fortalecimiento del talento humano de los funcionarios electorales y la difusión de valores para consolidar el sistema democrático.
Con la puesta en marcha del Instituto se cumple el mandato establecido en el artículo 219, numeral 13, de la Constitución del Ecuador que dispone “el funcionamiento de un instituto de investigación, capacitación y promoción político electoral”.
El Instituto, adscrito al CNE, se constituirá en una especie de enlace entre la Función Electoral, las organizaciones políticas y Participación Ciudadana.
Para el periodo julio-diciembre de 2012, el Instituto de la Democracia ha puesto entre sus prioridades establecer las bases institucionales para su funcionamiento y concentrar sus actividades en un programa que apoye al CNE en el proceso electoral (las elecciones generales de 2013).
Otras actividades son planificar, coordinar, y dirigir la ejecución de estudios, investigaciones y publicaciones dirigidas a fortalecer el conocimiento técnico especializado de la Función Electoral y prestar asesoramiento a las instituciones del sistema electoral, explicó Richard Ortiz en diálogo con la Agencia Andes.
Las tres áreas de trabajo generarán varios productos editoriales de carácter didáctico-pedagógico.Entre los materiales didacticos están, por ejemplo, cuáles son los criterios para los planes de trabajo de los candidatos de elección popular y el sistema de distritos.
Ortiz sostiene que su formación técnica y en su experiencia como docente, investigador en temas electorales y constitucionales, garantizará la orientación no política (Ndlr: en la acepción negativa del término).
Otra de las garantías es que la Constitución de la República establece claramente cuáles son los alcances de la institución, por lo que no incidirá en los procesos electorales.
“Tenemos una parte técnica en la que solo le damos insumos al CNE para las decisiones, ahí el efecto político va a ser nulo prácticamente”, recalcó.
No obstante, dijo que para el proceso de capacitación sí existirá la participación activa de las organizaciones políticas en la elaboración del material didáctico y las guías metodológicas.
A criterio de Ortiz, Ecuador tiene una carencia de investigación e incluso de la implementación de un archivo histórico, que dificulta la toma de decisiones de carácter técnico.
El Instituto de la Democracia inicia sus actividades, en principio, en su sede de la ciudad de Quito, pero, posteriormente, se abrirán centros en Cuenca (austro) Portoviejo y Guayaquil (litoral).
«La expriencia en la construcción de instituciones, es que hay que ir despacio, hay que focalizar bien las prioridades institucionales, asumir bien el rol constitucional y arrancar primero con un plan más bien modesto. Que la gente comprenda que es una institución seria, que se van a llevar a cabo actividades concretas, pocas, pero con seriedad, y ese mensaje queremos transmitir en estos primeros seis meses», deja en claro el directivo.
Estructura jerárquica
El Consejo Nacional Electoral es quien aprueba las políticas generales de investigación, capacitación y promoción del Instituto de la Democracia. El ente electoral tiene a su cargo el nombramiento del director de la entidad, de la aprobación del presupuesto (el 15% del Fondo Partidario Permanente).
Además del director, la Junta directiva la componen los cinco integrantes del pleno del Consejo Nacional Electoral y dos delegados de los partidos políticos nacionales más votados, en este caso Alianza PAIS y Sociedad Patriótica.
La nueva institución funciona actualmente con 15 personas (todas con perfil acádemico-técnico), pero está previsto que más adelante este número se multiplique por dos. Todo el equipo informático, e incluso el mobiliario, ha sido facilitado por el Consejo Nacional Electoral.