Con una compilación de las actividades que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en el Ecuador, el Presidente Rafael Correa (en la 42 Asamblea General de la OEA) solicitó una reforma en las visiones que considera equivocadas y que guían la gestión de esa entidad.
“Si no se superan esas visiones, no tendremos que negociar nada con ninguna democracia” afirmó luego de iniciar su intervención que duró más de 40 minutos con una advertencia. “Estamos lejos de la esencia de la democracia que es la igualdad de oportunidades”, tomando en cuenta que todavía se cree que las instituciones no son fines sino medios para lograr la democracia.
Citó ejemplos como los de las Islas Malvinas en Argentina, el Golpe de Estado contra Manuel Celaya y los informes de la relatoría de la libertad de expresión para exponer una muestra de los hechos que develan que no se respetó la democracia en América Latina y deja en claro al onegesismo como un problema serio en la región. Además, recordó que los DDHH se ultrajaron en las dictaduras donde desaparecieron gente.
También, recordó que todavía el organismo no ha planteado estrategias para proteger a los latinoamericanos abusados en España por las hipotecas, la globalización, que criminaliza la movilidad de seres humanos y el neoliberalismo.
“Hay muchas Ongs financiadas por la derecha. Detrás de la demanda del pueblo Sarayacu están Ongs, que no reconocen que la riqueza del subsuelo es del Estado. Basta de ese terrorismo pseudoecológico”.
Asimismo, cuestionó el relativismo moral de la CIDH en los temas de DD.HH. Siguen pensando que solos los gobiernos pueden atentar contra los derechos humanos sin darse cuenta que también el poder de la prensa comercial puede despreciar el derecho de los ciudadanos a estar informados de una manera adecuada.