El proyecto de Ley de Regulación de los Créditos para Vivienda y Vehículos aprobado en la Asamblea, el pasado martes, tiene como propósito “normar situaciones de interés general”, según Francisco Velasco, presidente de la Comisión de Régimen Económico de la Legislatura.
Se constituye en “una ley más favorable al deudor, porque se aplica el principio in dubio pro debitoris”, recalcó el legislador de PAIS. Por lo que en caso de duda sobre la aplicación de la ley, se administrará la norma más favorable al deudor.
Ante esta situación, Velasco manifestó que se afianza este principio en el artículo 3 de la ley, en el cual los contratos que se suscriban para créditos hipotecarios o prendarios no podrán caucionarse con fianzas, garantías solidarias, garantías reales sobre otros bienes distintos de los que son objeto del financiamiento (…).
Con lo cual queda terminantemente prohibido que los deudores para adquirir su primera vivienda o vehículo al momento de firmar un contrato con el banco, “la única prenda de pago sea la casa o el vehículo, ya no deberá tener garantes, fiadores o garantizar otros bienes distintos a las casas o vehículos”, acotó Velasco.
Tema que, según César Robalino, presidente de la Asociación de bancos privados, se convierte en “hipoteca cerrada”, lo cual es inconveniente para el sector crediticio y para los clientes, ya que en un momento dado la vivienda sirve para garantizar otros tipos de préstamos diferentes, ya que reduce la capacidad de crédito de los ecuatorianos.
Este criterio no comparte Mario Burbano, gerente de la Mutualista Pichincha, al considerar que “no tendría mucha incidencia para otorgar los créditos para vivienda”, porque no tienen problema de cobertura con los bienes inmobiliarios que están hipotecados.
Aunque reconoció que ahora habrá más cautela para avaluar los bienes que se hipotecarán, pero coincidió con Robalino que al convertirse en garantía cerrada se limitará el acceso a otros créditos que requiera el cliente.
Destacó Burbano que el sector mutual ha llegado a prestar alrededor de 115 millones de dólares para vivienda y hay la posibilidad de que en este año no disminuya.
Por otro lado, Robalino anunció que es un error que se obligue al sector financiero público y privado que el 5% de su patrimonio técnico lo reserve para los créditos hipotecarios. Y que eso se “debe dejar para el interés del mercado”.
Postura con la que no coincide Burbano, porque hay instituciones financieras que prestan más del 5%, advirtiendo que eso “no sería mayor problema”.
De su parte, Velasco justificó esta decisión de la Legislatura, al evitar que los bancos en un futuro adopten la política de restringir los créditos. En base a información de la Superintendencia de Bancos, “el 90% de los bancos dedica más del 5% a crédito inmobiliario”.
Con respecto al financiamiento de los vehículos, el legislador indicó que no se afectarán las concesionarias o los bancos, porque el pago del automotor está garantizado con la entrada y las cuotas mensuales, y al momento del remate su costo siempre es superior al de la deuda. No obstante, el sector financiero pedirá un veto parcial al texto.