Sobre la base de los estudios de prospección y exploración realizados en el país en la última década, la sumatoria del recurso mineral da cuenta de 217.600 millones de dólares, cuya división es la siguiente: “en cobre, 167.200 millones de dólares; en molibdeno, 26.200 millones de dólares; en oro, 22.500 millones de dólares; y en plata, 1.700 millones de dólares”, de acuerdo a un reporte de la Cámara de Minería.
Al momento, según los datos de la Agencia de Regulación y Control Minero, los cinco proyectos estratégicos a gran escala (Fruta del Norte y Mirador, en Zamora Chinchipe; Río Blanco y Iam Gold, en el Azuay; y Panantza San Carlos, en Morona Santiago) -cuya explotación de los recursos recursos será máximo en dos años- producirán un total de $ 784 millones al año, expresó Jaime Jarrín, director ejecutivo de la Agencia de Regulación y Control Minero (Arcom).
Es así que el dar paso al desarrollo de esta actividad con el debido control ambiental, recibe el apoyo de la Cámara de Minería y de los mismas transnacionales que han invertido en el país desde hace varios años para las fases de prospección y exploración del mineral, manifestó el titular del gremio, Santiago Yépez.
“Por la importancia que tienen los proyectos estratégicos, el Gobierno, a través de la Empresa Nacional Minera (Enami), busca potencializar más al sector mediante la prospección, exploración, explotación, beneficio, fundición, refinación, comercialización y cierre de minas de manera segura, eficiente, sustentable, con responsabilidad social y ambiental, para contribuir con el desarrollo económico e integral del Estado”, explicó Santiago Robalino, gerente de prospección y exploración.
La empresa no descarta trabajar en concesiones con un alto potencial geológico minero para desarrollarlas en forma individual, o en asociación con empresas públicas o privadas, alianzas estratégicas u otras figuras legales contempladas en la ley.
Esto porque al momento cuenta ya con la posibilidad de entrar a la exploración de minerales en 9 proyectos identificados en la Costa, Sierra y Oriente.
Ecuador, por estar en el cinturón cuprífero que se extiende desde Chile-Perú-Ecuador-Colombia, presenta un alto potencial para encontrar yacimientos tipo pórfidos de cobre-molibdeno y sistemas vetiformes de oro, plata y sulfuros masivos (VMS).
Además, en el país se han definido cinco distritos auríferos aluviales, asociados a la erosión de las mineralizaciones de los grandes cuerpos batolíticos, los cuales presentan un gran potencial para pequeña y mediana minería.
Entre los de mayor potencial están Esmeraldas-río Santiago, Pastaza-Napo-río Aguarico y Zamora Chinchipe-Upano.
Sin embargo, en el país existen minerales metálicos y no metálicos. Los metálicos son minerales de alto volumen de concentración y poco valor económico, como azufre, yeso, caliza, feldespato y la arena silícea.
En cambio, el sur del país representa un alto potencial para la explotación de minerales como oro, plata, cobre, plomo y zinc y otras materias primas de minerales no metálicos para producir diferentes tipos de cerámica, cemento, vidrio plano y derivados; además de rocas ornamentales y mármoles. También existen aguas termales, caolines, yeso, arenas silíceas, entre otros, según el Ministerio de Recursos Naturales No Renovables.
Hasta el momento se considera que solo el 5% del territorio nacional ha sido explorado, por lo que se presume que hay más reservas de minerales en otras zonas.
El Plan Nacional de Desarrollo del Sector Minero tiene identificadas 28 zonas de interés. Sin embargo, luego de su valoración y tras aplicar métodos estadísticos y geológicos, se seleccionaron 10 zonas de mayor interés, las cuales se concesionarán de la manera indicada y que forman parte del plan anual y plurianual de subasta y remate.
De acuerdo a la ley, para otorgar una concesión minera metálica, el Ministerio Sectorial debe convocar a una subasta pública.