El hospital Quirón de la ciudad española de Barcelona (noreste) presentó hoy una nueva técnica de reconstrucción mamaria de tejidos irradiados, basada en la inyección de células madre, que permite colocar un implante sin dejar nuevas cicatrices.
El nuevo procedimiento, del que ya se han beneficiado más de cien mujeres en menos de dos años, está indicado en casos en los que no es posible una cirugía conservadora de la mama y hay que realizar una mastectomía, seguida de quimioterapia y radioterapia, lo que sucede en casi el 80 por ciento de los casos de este tipo de cáncer.
El doctor Josep María Serra Renom, cirujano plástico del Hospital Quirón y creador de la nueva técnica, explicó que ésta ha sido refrendada internacionalmente y se ha publicado en la revista Plastic and Reconstructive Surgery.
Señaló, además, que cirujanos de muchos países ya se interesan por este novedoso procedimiento.
Serra Renom, indicó que, hasta ahora, para la reconstrucción mamaria se utilizaban tejidos de la misma mujer de otras zonas, como el abdomen o la espalda, con pieles muy distintas a la mama, lo que ocasiona muchas cicatrices y operaciones largas y complejas para sacar el tejido que luego se implantaba en el tórax.
Aseguró que con el nuevo procedimiento se logra regenerar el tejido propio para hacer como una «cuna» para instalar posteriormente el implante mamario, a través de la misma cicatriz que queda de la mastectomía.
Además, el tejido que se regenera es igual que el de la zona tratada de la paciente y mantiene la misma sensibilidad y elasticidad.
Para regenerar los tejidos se emplea grasa de tejido adiposo del abdomen de la paciente, que no se obtiene de una liposucción, sino mediante aspiración negativa para que la grasa esté viva y, luego, una vez procesada en una centrifugadora y obtenidas las células madre, pueda coger como injerto, dijo.
El cirujano plástico explicó que una vez obtenidas las células madre se pasan a una jeringuilla, que contiene una cánula con la que se inyecta a través de túneles o caminos filiformes en la zona del tejido irradiado que se quiere regenerar.
De esta manera, según Serra Renom, se logra revascularizar la zona y un engrosamiento del tejido adiposo de hasta 1,5 centímetros, y se logra tejido con sensibilidad, color y con buena calidad de piel.
Además, cuando se coloca la prótesis mamaria, la paciente consigue restablecer su imagen corporal sin más cicatrices y con la misma sensación y características que la otra mama, añadió.
Según el doctor, la idea le surgió hace años cuando se empezaron a tratar estéticamente, con grasa propia, a pacientes con VIH que tenían lipodistrofia, y constatar que al cabo de tres meses casi todo lo inyectado eran células madre de la grasa que hacían que se regenerara el tejido.
Subrayó, en ese sentido, que las células madre inyectadas pierden grasa y se convierten en adipocitos, que se comportan y hacen lo que necesita el tejido en ese momento.