Las protestas en Jordania acabaron hoy con el Ejecutivo del primer ministro Samir Rifai, que presentó su dimisión al rey Abdalá II, quien designó a su vez a otro antiguo jefe de gobierno, Maaruf Bajit, al frente del nuevo gabinete.
Según un comunicado de la Casa Real jordana, el monarca solicitó a Bajit llevar a cabo «reformas políticas reales y rápidas».
Precisamente, en las últimas semanas se han sucedido las protestas en distintas ciudades de Jordania pidiendo a Abdalá II la destitución del gabinete de Rifai por lo que consideran su fracaso a la hora de acometer reformas políticas y económicas.
De hecho, el pasado día 28, tras la oración musulmana de los viernes, miles de personas -entre ciudadanos de a pie, sindicatos y opositores- se manifestaron en Amán y otras ciudades como Irbid, Zarqa, Ajlun, Mafrak, Karnak y Aqaba.
Esa no ha sido la única manifestación, porque en viernes anteriores los jordanos ya se habían echado a las calles al considerar insuficiente la decisión del Gobierno de subsidiar los productos básicos y cancelar los impuestos sobre determinados tipos de combustibles.
Ante el aumento de las protestas, el jueves pasado el monarca instó al Gobierno y al Parlamento a acelerar las reformas políticas, económicas y sociales en un discurso ante la Asamblea Legislativa, que fue convocada para analizar el descontento ciudadano.
En su alocución, Abdalá II solicitó la modificación de la ley electoral, muy criticada por el mayor partido del país, el opositor Frente de Acción Islámica (FAI), que la empleó como argumento para boicotear las elecciones parlamentarias del pasado 9 de noviembre.
«Todos los funcionarios en cuestión deben asumir sus responsabilidades y tomar sus decisiones de una manera audaz, clara y transparente», dijo el rey.