El apoyo de los latinoamericanos a la democracia se aupó en 2010 hasta el 61 por ciento, lo que supone el cuarto incremento consecutivo y la primera vez en quince años que se registra esta tendencia sostenida al alza, según los datos de Latinobarómetro 2010, difundidos hoy en Santiago de Chile.
El 61% de los ciudadanos cree que la democracia es preferible a cualquier otra forma de gobierno, frente al 54% que pensaba lo mismo en 2007, mientras que un 15% prefiere un gobierno autoritario, un nivel similar al registrado en los últimos años.
«Las democracias latinoamericanas se están consolidando», a pesar del golpe de Estado de Honduras (el 28 de junio de 2009) y de la sublevación policial en Ecuador (30 de septiembre), señaló Marta Lagos, directora del Latinobarómetro, durante la presentación de este estudio.
La experta atribuye ese incremento en la adhesión a la democracia al surgimiento de líderes «hiperpresidencialistas», como los ex mandatarios chilenos Ricardo Lagos y Michelle Bachelet y el colombiano álvaro Uribe; y los gobernantes el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y el venezolano Hugo Chávez.
Según Lagos, estos dirigentes «se comen el Estado, se comen el Gobierno», contrarrestan la «debilidad» de los partidos políticos y logran una alta valoración porque, además, «lo han hecho bien y han podido resolver los problemas» con políticas sociales y políticas económicas contracíclicas.
El país de la región que presenta más apoyo a la democracia es Venezuela, con el 84%, y el que menos, Guatemala, con un 46%.
En el caso de Chile, el apoyo a la democracia llega al 63%, el nivel más alto registrado desde 1995, cuando empezaron las mediciones anuales del Latinobarómetro, frente a un 11% que prefiere un régimen autoritario y un 22% que asegura que le da lo mismo uno que otro.
A nivel latinoamericano se ha producido, además, un aumento sostenido del porcentaje de ciudadanos que cree que no puede haber democracia sin congreso, así como quienes consideran necesario que haya partidos políticos (en ambos casos, del 49% en 2001 al 59% en 2010).
Según Marta Lagos, uno de los retos de la democracia en la región es el control de la delincuencia, ya que nueve de cada diez latinoamericanos tienen miedo de ser víctima de un delito, y uno de cada dos considera que el número de policías es insuficiente.
En cambio, la tasa de victimización, es decir, el número de personas que dicen haber sido víctimas de un delito, se sitúa en el 31%, uno de los puntos más bajos en los quince años de mediciones, lo que resulta contradictorio con el aumento en la percepción de la delincuencia.
«Los gobiernos de izquierda aún tienen dificultades en abordar la delincuencia como un problema principal justamente porque ha sido una bandera de la derecha. Eso va a dejar de ser así», vaticinó Lagos.
El Latinobarómetro 2010 se elaboró a partir de 20.204 entrevistas entre el 4 de septiembre y el 6 de octubre pasados en dieciocho países de la región, entre los que no está Cuba.