Al iniciar el segundo año de gestión legislativa, la Asamblea Nacional ratificó con 106 votos y cuatro abstenciones, el Estatuto de la Agencia Internacional para las Energías Renovables (IRENA), considerando que contribuirá a disminuir sustancialmente la dependencia del país respecto al petróleo y la fragilidad de su economía ante el mercado mundial de hidrocarburos, posibilitando un crecimiento económico sostenible, así como a la generación de empleo, al acceso descentralizado en la producción de energía y a la protección del medio ambiente.
La Comisión de Soberanía, Integración, Relaciones Internacionales y Seguridad Integral recomendó al Pleno la ratificación de este instrumento internacional, argumentando que constituye una herramienta idónea, constitucional y moralmente viable para lograr una nueva forma de desarrollo de la humanidad, a través de la paulatina disminución del uso de energía contaminante, mediante la utilización de fuentes renovables no sustentadas en la combustión fósil.
Además, anotó, contribuirá a la mitigación de los efectos ocasionados por la polución industrial como la concentración de gases de efecto invernadero; así como el cumplimiento de los principios constitucionales relativos a la calidad de vida de las personas, las soberanías alimentarias y energéticas, la salud, el cuidado de los recursos naturales, la educación y el conocimiento.
Según el Estatuto, Irena guarda armonía con la Constitución, en consecuencia, se declaró su constitucionalidad.
En el debate, asambleístas de diversas bancadas resaltaron que una de las prioridades de los países que utilizan combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural), debería ser el cambio de su patrón energético.
Sostuvieron que es necesario que los países reemplacemos el carbón y el petróleo que han sostenido nuestras economías, pues mantener los mismos niveles de consumo de estos productos provocaría caos en la humanidad.
El Ecuador debe integrarse a ese conjunto de naciones para encontrar un método que permita sostener su economía sobre la base de nuevas formas de matriz energética como es a través de la energía geotermia, solar, hidroeléctrica, a fin de prepararnos para el futuro, precisaron al señalar que el país debe incluirse en la defensa del medio ambiente que es también una aspiración de las Naciones Unidas para la protección de la vida por cuanto la utilización de combustibles no renovables ha provocado el calentamiento global y la destrucción de la capa de ozono, advirtieron.