El migrante ecuatoriano Carlos Gustavo Bueno, de 34 años, falleció tras recibir una salvaje golpiza, Tordecillas, localidad de Barcelona.
La pequeña hija de Bueno, presenció el crimen, pues la acompañaba en un parque cercano a su casa, cuando el ecuatoriano fue acusado por tres lugareños de orinar en el espacio público, razón en la que se escudaron para golpearlo.
Sin embargo, vecinos y testigos aseguran que el motivo del crimen fue eminentemente racista.
Así,esposa de fallecido, Luz María Arauz, apuntó que mientras lo golpeaban a su esposo, éste recibía insultos respecto a su condición de inmigrante. Uno de esos golpes en la cabeza provocó el shock que practicamente lo dejó en estado de coma al instante. Fue trasladado al hospital más cercano, donde finalmente falleció.
MIentras tanto, los tres homicidas ya han sido detenidos y enfrentará una acusación penal.