La marea verde es una revolución feminista que saca temas tabú como el aborto a la luz. Nace en Argentina y se expresa mediante el uso de pañuelos verdes para protestar. Esta práctica hace homenaje a los pañuelos de las Madres de la Plaza de Mayo que también luchaban en la clandestinidad. Fue escogido en un Encuentro de Mujeres, en 2004, en Rosario, y desde ahí forma parte de la cultura de lucha feminista.
El movimiento tuvo su epicentro en Argentina en el año 2018, cuando la ley para despenalizar el aborto fue aprobada por la Cámara de Diputados, pero rechazada por el Senado. Esto motivó al colectivo a combatir a la mayoría conservadora de un país mayoritariamente católico. La lucha continuó hasta que el 14 enero de 2021, el presidente Alberto Fernández promulgó la Ley 27.610, la cual garantiza un aborto seguro legal y gratuito para todas.
Tal medida inspiró al resto de países de la región. En México, la Suprema Corte del país despenalizó el aborto el 7 de septiembre del 2021 con una votación unánime de los ministros en el pleno, considerado un fallo histórico que responde al movimiento verde de la región.
El pasado lunes 21 de febrero, la Corte Constitucional de Colombia despenalizó el aborto. Ahora, se permite la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) hasta la semana 24 de gestación, es decir, hasta los 6 meses. Con esta decisión, Colombia se suma a la lista de países que conforman la marea verde en Latinoamérica.
Tradicionalmente, en Colombia, el aborto sólo era permitido en tres causales: en caso de violación o incesto, malformación del feto o si implica un riesgo para la salud física o mental. Si se realizaba la práctica fuera de estos tres causales, el aborto era penalizado hasta con cuatro años y medio de cárcel.
Según las cifras cerca de 400.000 abortos se realizan en Colombia cada año, de los cuales menos del 10% son llevados a cabo en condiciones sanitarias. Esta práctica es la cuarta causa de mortalidad materna en el país.
El descontento de esta ley llamó la atención de distintas organizaciones que reclamaban el derecho de una ley justa y reparadora. Así, en el año 2020 el movimiento Causa Justa, conformado por 90 organizaciones sociales, presentó una demanda ante la Corte, con el fin de sacarlo del Código Penal y tratarlo como un tema de salud pública. También se buscaba evitar que las mujeres se vieran implicadas en procesos judiciales donde sufren complicaciones en clínicas médicas clandestinas para realizarse un aborto.
El objetivo de eliminar el aborto del Código Penal por completo no se logró, por lo que una mujer si puede ser penalizada si realiza esta práctica después de la semana 24, si es que no entra en las tres causales previamente mencionadas. Aún así, los avances logrados hasta ahora son considerados un progreso en materia de derechos humanos para el colectivo de Causa Justa.
Colombia, un país conocido por sus bases de tradición católica y conservadora, se vio amenazada ante la ola de demandas sociales que comenzaron cuando Argentina, el país más grande de Latinoamérica, decide legalizar el aborto. Esto provocó un efecto dominó, en el que naciones como México, Paraguay, Brasil y Ecuador, utilizaron la misma dinámica de protesta usando los pañuelos verdes que caracterizan al movimiento de marea verde.
En el caso ecuatoriano, la Asamblea Nacional aprobó el aborto en los casos de violación, hasta 12 semanas y, hasta 18 si se trata de niñas, indígenas y mujeres de áreas rurales. Grupos a favor y en contra se manifestaron a favor y en contra durante la votación a las afueras de la Asamblea Nacional, utilizando el mecanismo que caracteriza al colectivo a favor, los pañuelos verdes. La medida todavía carece de la aprobación del ejecutivo.
Guillermo Lasso, presidente de la república ya ha manifestado que vetará la decisión del legislativo, por lo que la batalla legal por parte del colectivo feminista continúa. El país aún se encuentra lejos de sus referentes latinoamericanos, pero algo es seguro, la marea verde no se detiene.