Los enfrentamientos en Sudán del Sur durante los tres últimos días han causado cerca de 500 muertos, civiles y militares, dijo este martes el ministro sursudanés de Defensa, Kuol Manyang.
En declaraciones a la televisión estatal, el ministro añadió que unas 200 personas han resultado heridas y otras diez han sido detenidas por su supuesta implicación en el intento fallido de golpe de Estado del pasado domingo.
Además, Manyang insistió en que «la tranquilidad ha vuelto a la capital, Yuba, y que el Ejército tiene la situación bajo control».
Entre los arrestados hay políticos y militares, mientras que permanecen huidos otros cinco, entre los que destaca el antiguo vicepresidente Riak Mashar, acusado de ser el principal responsable de la intentona golpista, explicó este martes el Gobierno sursudanés.
El ministro de Información, Micheal Makuei, destacó en una nota que los detenidos proceden de varios estados de Sudán del Sur y solo uno de ellos es de la tribu Lou Nuer, por lo que aseguró que el golpe ha sido obra de un grupo de personas y no de una tribu concreta.
Mashar, que precisamente es miembro de los Lou Nuer, fue apartado del poder en julio pasado y parte de su guardia personal se ha unido a las fuerzas contrarias al presidente sursudanés, Salva Kir, que pertenece a la tribu Dinka.
La misión de Naciones Unidas en Sudán del Sur, UNMISS, instó hoy a todas las partes implicadas en el conflicto en el país a que cesen la violencia étnica.
La representante de la ONU en Sudán del Sur, Hilde Johnson, hizo un llamamiento a través de un comunicado a los dirigentes del país, los partidos políticos y los líderes tribales para que frenen «toda acción que genere tensiones étnicas y provoque violencia».
La UNMISS asegura haber ofrecido protección a 10.000 civiles que han huido de los barrios más peligrosos, además de haber tratado médicamente a 39 de ellos.
Desde su independencia de Sudán en julio de 2011, Sudán del Sur ha sido escenario de enfrentamientos tribales, tensiones internas y conflictos con su vecino del norte. EFE