Por: Daniel Orejuela y Guadalupe Rodriguez
Daniel: No importa de quien fue la idea, de eso no se trata. Está claro que los que tienen la sartén por el mango deben haber ejercido mucha presión y a ellos, lo que menos les interesaba es que una propuesta así de clara y novedosa triunfe. ¿Te das cuenta lo que significa?
Lupita: Claro que me doy cuenta. Y claro que en un principio no importa de quién fue la propuesta. O no importaba hasta que se ha dado por fracasada. Pero si el presidente Correa adoptó la propuesta e hizo bandera de ella, tendría que haber sido para hacerla triunfar 'a como dé lugar' como dicen ustedes los ecuatorianos. Esa propuesta tiene que ir adelante sí o sí.
Daniel: Si los gobiernos del mundo, las instituciones, las empresas, en fin, la humanidad aceptase dar dinero para mantener los recursos naturales bajo tierra evitando así la contaminación y la destrucción del planeta, estaríamos hablando entonces de una lógica económica totalmente distinta a la locura que vivimos hoy en día. Si la propuesta del Yasuní triunfa, la humanidad da un paso hacia el principio del fin del sistema económico vigente en el que nada tiene valor y todo tiene precio. ¿Quizás ese es el problema, que la lógica de la iniciativa Yasuní ITT está pensada para funcionar en este sistema económico, en el mercado, con las reglas de juego vigentes que se inventaron en Kioto, dándole un precio (no un valor) a las emisiones de CO2…Para mí que el problema es el sistema económico mismo. El que gobierna el planeta, porque así lo queremos, es el dinero y quien maneja el flujo de dinero, quien lo tiene, es él que dice lo que se hace o no.
Lupita: La lógica de quienes rigen el mundo es que todo es una mercancía. Que todo se compra y todo se vende. En el caso de la propuesta Yasuní le están dando pues valor monetario al bosque, a la biodiversidad, al aire mismo que necesitamos para respirar. Pienso que el gobierno ecuatoriano debería plantearse seriamente seguir adelante con la propuesta con o sin dinero de por medio. El fondo de la cuestión no estaría recayendo en la 'compensación' sino en la búsqueda de alternativas para el desarrollo. Un desarrollo que no se base en valores netamente monetarios, sino en los del buen vivir. Sería una propuesta mucho más soberana, mucho más acorde con su propia esencia inicial y con el propio potencial que encierra. Si optara por este camino, ahí sí el presidente podría permitirse el lujo de decirnos a todos que le fallamos.
Daniel: Nuevamente estamos centrándonos en la decisión del presidente. Analicemos un poquito más allá de eso. La propuesta de dejar el petróleo bajo tierra, según lo que me contaste hace un rato, viene de los ambientalistas ecuatorianos. La lógica económica y la propuesta ante el mundo de dar dinero por la 'no contaminación' viene del mismo presidente Correa. La puesta en marcha de esta iniciativa la ha llevado a cabo este gobierno con el respaldo y el dinero de los ecuatorianos. Se tocaron muchas puertas durante seis años, se creó un fidecomiso, se presentó la propuesta en el seno de la asamblea general de la ONU, en fin. Se realizó un trabajo de difusión que en otras épocas hubiese sido inimaginable que un gobierno de un país latinoamericano haga tanta bulla ante el mundo para defender una causa ecológica.
Lupita: Pero ¿De qué vale armar bulla si al final es para nada?
Daniel: Yo creo de que el hecho de que se haya lanzado la propuesta sirvió de mucho. Mira la discusión que tenemos tú y yo ahora. Antes se hablaba del desastre ecológico en la amazonía como si se estuviera hablando del problema de otros. Creo que sí se ha despertado conciencia. Muchos antes ni sabían lo que era el Yasuní. Seamos honestos ¿Crees tú que esto hubiese sido posible en cualquiera de las administraciones pasadas?
Lupita: Definitivamente eso no habría sido posible con ninguno de los gobiernos anteriores en el Ecuador, eso sí hay que reconocerlo.
Daniel: Tú conoces bien el asunto y muchos podemos bien imaginárnoslo, el saqueo de los recursos naturales en Latinoamérica y especialmente en el Ecuador ha sido terrible, criminal, para ponerse a llorar. Mira los esfuerzos que todavía hay que hacer para defenderse de transnacionales como Chevron…El lío es ese, las transnacionales, los dueños del capital financiero, los que van ganando y de largo en el casino mundial llamado sistema económico. Estos señores harán lo imposible para evitar que propuestas como esta sigan adelante ¿Crees tú en realidad que se trate de una cuestión de soberanía?
Lupita: Yo sí lo creo. Yo creo en la capacidad de un presidente en decir basta, y espero todavía al presidente que sea capaz de tomar otro camino, un camino que nos lleve a otro lugar. Muchos teníamos la esperanza puesta en presidentes como Correa o Morales, pero en lugar de armonizar sus discursos con sus actos, toman el discurso verde que es muy pintoresco, pero sin embargo continúan dándonos más de lo mismo. Las transnacionales se alían con cualquier partido político, también con las izquierdas. Y esto sólo nos lleva por la senda de más petróleo, más minería, más agronegocio, más infraestructuras. Eso sólo puede llevar a que se repita una y otra vez lo que ha pasado con Chévron.
Daniel: ¡Ajá! Tienes mucha razón. Las transnacionales no tienen ni mamá ni bandera. Se van a la cama con el que sea para llevar a cabo su agenda y la agenda es por supuesto ganar más dinero y poder. Hay que estar atentos, no me extrañaría que detrás de todo el plan de «desarrollo» latinoamericano estén trabajando en la oscuridad manos sucias. Ahora, si pensamos con la lógica actual, seguro que hay unos bolsillos llenándose con todo esto. Pero, ¿Crees que el resto del planeta aplaudiría al valiente pueblo ecuatoriano por dejar su petróleo bajo tierra mientras se chupan un clavo?
Lupita: No pienso que explotar el Yasuní va a significar el fin de la pobreza para los ecuatorianos, entendida esta como algo material. Los que tienen, tendrán más, y los que no tienen, seguirán sin tener. La historia de la explotación petrolera en el Ecuador es la de la destrucción de la naturaleza, su invasión, su contaminación, el cáncer, la falta de agua, la violencia en el más amplio sentido de la palabra. Y esa violencia incluye la idea que traen con ellos de que sólo con su actividad destructiva y por medio de su expolio y asalto a la naturaleza, el pueblo quedará redimido, salvado de la pobreza. Yo quiero creer y creo realmente en la posibilidad de otro modo de desarrollo, no en el basado en el petróleo. Un modo de desarrollo que a día de hoy no está potenciando ningún gobierno.
Daniel: Yo tampoco pienso que el petróleo bajo el Yasuní les quitará lo jodido a los jodidos. Es más probable la troncha se quede del lado de los que joden. En todo caso eso estuvo siempre claro ¿o no? Desde que se lanzó la propuesta en el 2007 en su discurso Correa dijo que se preparaba un plan B. Cuando estuvo en campaña para la reelección con Glas sabíamos, porque así lo dijo clarito, que su intención era buscar recursos para sostener su plan de desarrollo. Si no ¿De dónde saca para mantener el nivel de inversión social al que va? ¿Crees tú que la gente en el Ecuador se va a quedar tranquila viendo que todos los logros a nivel social se desploman por falta de recursos?
Lupita: Los recursos que se desploman son los de la propia naturaleza: los bosques, el agua, el aire mismo. Es impresionante la cantidad de bosques que se han perdido en los últimos años. Algunas provincias ya están prácticamente deforestadas, y no hay vuelta atrás. En las provincias amazónicas, no sólo Chevron ha impactado la vida de sus gentes. Son varias las empresas que operan actualmente en la Amazonía ecuatoriana. Los derrames petroleros han sido constantes, las roturas de los oleoductos se cuentan por cientos en los últimos años. Además, los impactos sociales son enormes e incluyen desplazamientos, engaños, acoso, invasión, impactos sobre la salud. No creo que tenga lógica destruir el tejido social de una zona para un supuesto desarrollo de la misma zona.
Daniel: Si, es una pena. Y eso es a nivel mundial. Se han rifado los recursos naturales como en la feria de la alegría. Pero tranquila, cuando el planeta se canse de nosotros hace ¡ACHú! Y hasta ahí llegamos. Me causa una mezcla de pena, dolor y gracia ver como los seres humanos hemos logrado construir, depender y venerar un sistema económico que se basa en el consumo voraz y desaforado de nuestros recursos finitos suponiendo que lo podemos hacer infinitamente. De hecho, para que siga funcionando el sistema, se supone que el consumo debe crecer exponencialmente. Si un país deja de consumir baja su PIB, así que se seguirán inventando formas de hacer consumir a la gente hasta lo que no se puede ¿Crees de verdad que la sociedad dejará de consumir tan irresponsablemente como hasta ahora los recursos naturales y que se quedarán bajo tierra cuando saben donde están?
Lupita: Ese es el reto. Para sacar el petróleo siempre habrá tiempo, si a la final se viera que eso es realmente inevitable y lo más conveniente. A día de hoy, tal y como están las cosas, con la amenaza que la explotación supone para la selva, para los pueblos indígenas, tanto los contactados como los no contactados, no es una buena decisión, además de estar en seria contradicción con todo lo que se ha venido sosteniendo hasta el día de hoy. Y recuerda que el petróleo del Yasuní equivale a la extracción de petróleo mundial de tan sólo 9 días.
Daniel: Y representan la quinta parte de las reservas verificadas del Ecuador. Digo, si lo van a sacar, mejor que lo saquen durante este gobierno que en uno de la «hora loca». Te soy sincero, yo prefiero mil veces que se quede bajo tierra. La decisión del presidente, quien está al tanto de los números y tiene que ver cómo le cuadran las cuentas de aquí a un rato, fue la de dar marcha atrás a una propuesta que se le hizo al mundo y que el mundo se cagó en ella. Créeme que me da pena, que quisiera desde el fondo de mi corazón que el planeta empiece a despertar y la humanidad apoye este tipo de cosas.
Lupita: El presidente mismo nunca creyó en la propuesta. Y muchos dicen que su falta de convencimiento personal también contribuyó a que otros no la apoyaran. Las conexiones para sacar el petróleo del ITT ya están hechas, la refinería del Pacífico ya está en construcción, dentro del parque Yasuní ya están en explotación el Bloque 31 y el Bloque 16, ambos habitados por los pueblos libres o en aislamiento voluntario. Hace meses que se dan gritos de alarma y denuncias sobre la actividad petrolera rozando la zona misma del ITT. Existe cierta infraestructura así como actividad y personal petrolero. Es la crónica de un fracaso anunciado. Desde el momento en que había un Plan B, no se estaba apostando lo suficientemente fuerte por el Plan A.
Daniel: Tienes toda la razón y me das la razón. El problema es el dinero. El plan B representa la solución sensata para seguir revolcándose y sobreviviendo en este mundo al revés. El plan A quizás el principio de una nueva tierra en donde las cosas de valor, como la vida, el aire, la naturaleza no tienen precio. Para que esto suceda nada debería tener precio y todavía no lo podemos ni imaginar como sociedad.
Lupita: ¿Sabes una cosa, Daniel? Yo definitivamente sigo siendo partidaria del Plan A, pero de un Plan A que vaya a por todas, con o sin apoyo internacional. Eso es lo que en este caso podría hacer una auténtica diferencia. Para quedarme con un mensaje positivo, lo bueno de propuestas como estas es que sirven para disparar el diálogo, sirven para crear conciencia y para que muchos que nunca se pronuncian sobre estos temas pongan sus mentes a andar frente a dilemas como el creado por la expectativa del fin de la propuesta Yasuní. Sólo creando y permitiendo espacios de debate, de discusión y diálogo; con una conciencia auténtica y profunda sobre estos temas que nos conciernen a todas y todos podremos encontrar el camino al buen vivir, entendido como un modo de desarrollo basado en otros valores menos materiales y más espirituales, tradicionales y culturales. Y lo más rápido posible, antes que sea demasiado tarde. ¿Qué dices tú?
Daniel: Yo puedo decir montones de cosas. Seguir escribiendo hasta el lunes…mejor te invito una biela. Me agrada mucho conversar contigo. Ven a visitarme, eso sí te tocará venir en bicicleta (de España a Alemania) por esto del combustible. Dejemos de escribir porque después queda larguísima esta vaina y no nos leen. Yo también me asusto viendo este poco de letras.