La continuación de la explotación y expropiación contra los pueblos indígenas confirma la necesidad de trabajar por la protección de los derechos de esas comunidades en el mundo, advirtió hoy Naciones Unidas.
La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, llamó a una mayor colaboración entre los Estados y esas poblaciones, basada en la confianza, el respeto mutuo, el estado de derecho y la afirmación de la cultura y las costumbres de esos conglomerados.
En un mensaje con motivo del Día Internacional de los Pueblos Indígenas (9 de agosto), la funcionaria insistió en la importancia del respeto y fortalecimiento de los tratados existentes en esa materia.
Dijo que esos instrumentos son la piedra angular de la protección de la identidad, la tierra y las costumbres de esos grupos poblacionales y determinan su relación con el Estado. Pillay criticó que «en demasiadas ocasiones» las comunidades indígenas tienen que recurrir a los tribunales para forzar a las autoridades a cumplir sus promesas.
Al respecto, subrayó la trascendencia de la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (2007) para la promoción del reconocimiento, observancia y aplicación de los tratados y otros acuerdos.
«El hecho de que la explotación y la expropiación continúen hoy en día pone de manifiesto la necesidad de trabajar más para proteger los derechos de alrededor de 370 millones de personas indígenas alrededor del mundo», apuntó.
Al mismo tiempo, saludó la creciente adopción de medidas constitucionales, legislativas y administrativas que reconocen la identidad indígena, el derecho a la tierra y a los recursos naturales y las formas de desarrollo culturalmente apropiadas.
La Alta Comisionada de la ONU instó a nuevos acuerdos entre los Estados y los grupos originarios con vista a la Conferencia Mundial sobre Pueblos Indígenas prevista para septiembre de 2014 en la sede de Naciones Unidas en Nueva York.