El juez norteamericano, Lewis Kaplan, dio paso a una orden de comparecencia solicitada por la multinacional Chevron hacia las compañías de tecnología Microsoft, Google y Yahoo, para que suministren los registros de uso IP e información de identidad de los dueños de más de 100 cuentas de correo electrónico. Entre estos, se encuentran activistas ambientales, periodistas y abogados involucrados en un juicio por contaminación ambiental en Ecuador, en el que la petrolera tendría que pagar una indemnización de $18 mil millones.
En caso de que las comparecencias se cumplan, la multinacional podría determinar los países, ciudades e inclusive los edificios desde donde los ciudadanos han enviado correos electrónicos.
Ante esta situación, que ha sido catalogada por los afectados como una afrenta a su intimidad y derechos de libertad fundamentales, los abogados de los denunciantes de la petrolera se han escudado en la Primer Enmienda de la Carta Política de Estados Unidos ante tribunales de California y Nueva York. La Primera Enmienda prohíbe que alguna autoridad, cualquiera que sea su rango, pueda promulgar una ley en la que se afecta la libertad de culto, expresión, de prensa, de reunión o petición.
Sin embargo, el magistrado Kaplan afirmó que los demandantes de la multinacional no pueden apelar a la Primera Enmienda porque «no han demostrado ser ciudadanos estadounidenses». Kaplan logró «una designación especial» en el Distrito Norte de Nueva York para poder decidir el pedido de citación solicitado por Chevron.
Chevron justifica este pedido de convocatoria a Microsoft, Yahoo y Google, aludiendo que ha sido víctima de una conspiración en su contra durante el proceso que se ha desarrollado en Ecuador.
El caso se desarrolla a partir de la contaminación al medio ambiente de la Amazonía ecuatoriana entre 1964 y 1990 por Texaco, compañía que fue adquirida posteriormente por Chevron.