El espionaje cibernético realizado por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de Estados Unidos en Brasil es similar al que está en curso en otros países latinoamericanos, entre ellos Venezuela, Argentina, Colombia, Ecuador y México, reveló hoy el diario brasileño O Globo.
El reportaje, elaborado conjuntamente con el periodista inglés Glenn Greenwald del diario británico The Guardian, se basa en documentos de la NSA filtrados por el exinformante Edward Snowden, y revela que «uno de los aspectos» del espionaje es que «EE.UU. no se interesaba sólo en asuntos militares», sino también en «secretos comerciales».
Según el diario brasileño, que ayer reveló que había una base de la CIA en Brasil, a través del programa bautizado «Prism» la agencia NSA obtuvo datos sobre petróleo y compras militares de Venezuela, así como sobre energía y narcóticos en México. Además, estuvo al tanto de los movimientos de los guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Prism permite acceder a e-mails, charlas online y otros tipos de comunicación de clientes de empresas como Facebook, Google, Microsoft y YouTube.
Según la información, México y Colombia fueron los dos países latinoamericanos en los que, conjuntamente con Brasil, se registró una actividad más intensa de las prácticas de espionaje vía satélite de llamadas telefónicas y mensajes de e-mail realizada por la NSA en colaboración con la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
Según los documentos, además del Prism, entre enero y marzo pasados estuvo activo el programa «Boundless Informant», capaz de monitorear llamadas telefónicas y accesos a la red Internet.
Otro programa, X-Keyscore, que puede identificar la presencia de un extranjero en un país a través del idioma usado en e-mails, ha sido usado por la NSA en Colombia, Ecuador y Venezuela en 2008, precisamente en la época en que militares colombianos invadieron el territorio de Ecuador para asesinar a un dirigente de las FARC, lo que generó una grave crisis en política en la región.
La actividad de espionaje en Colombia volvió a intensificarse en marzo pasado, luego de la muerte del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, agregó el informe.
Según el reportaje, también han sido espiados «en forma constante, pero en menor intensidad» varios otros países latinoamericanos, como Chile, Perú, Paraguay, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras y El Salvador.
Además, revela que, así como hubo una «base de espionaje» que operó en Brasilia, también funcionaron otras similares en Caracas, Bogotá, Ciudad de Panamá y Ciudad de México.
Esas cinco bases habrían funcionado hasta 2002 y no existen pruebas de que hayan vuelto a operar desde entonces, apunta O Globo.
En el caso de Colombia, indica que es un país que «mantiene una alianza militar con Estados Unidos sin paralelo con otros países de Suramérica», lo cual «lo convierte en un área privilegiada para agencias estadounidenses como la NSA» en toda la región.
Brasil llevará el caso a Naciones Unidas
La posibilidad de que las actividades de espionaje desarrolladas en Brasil hayan incluido el rastreo de llamadas telefónicas o de la actividad de los ciudadanos en internet ha desatado un escándalo en el país. Ante esto, la presidenta Dilma Rousseff anunció este lunes que su Gobierno se propone denunciar el caso ante las Naciones Unidas.
La mandataria, sin embargo, pidió prudencia para investigar «sin precipitación ni prejuicio» y aseveró que la posición de Brasil «es muy clara y firme: No estamos de acuerdo, de ninguna manera, con una interferencia de este orden no sólo en Brasil sino en cualquier otro país».
La Comisión de Relaciones Exteriores del Senado anunció que convocará al embajador de EE.UU. en Brasil, Thomas Shannon, a fin de que explique las supuestas actividades de espionaje en el país.
El Gobierno ha recibido las informaciones con «una grave preocupación» y el canciller Antonio Patriota informó este domingo de que ha pedido «explicaciones» a Estados Unidos.