Con esto de la reelección de Rafael Correa me acordaba de una conversación que tuve con una señora taxista en Quito unas semanas antes de las elecciones. Se las comparto:
– ¡Por cualquiera! Por cualquiera créame menos por este desgraciado de Correa
– ¿Por cualquiera? ¿Cómo puede usted votar por cualquiera sólo por no darle el voto a un candidato? Para eso mejor anule, me parece más responsable. Acuérdese que el que gane nos representará a todos los ecuatorianos en los foros internacionales y tomará las decisiones que influirán en su vida y la de sus hijos.
– ¡Por eso pues mi señor! ¿cómo le voy a dar yo el voto a un hombre al que odio tanto? Porque yo si que le odio a este Correa. Tan prepotente, tan grosero, tan altanero. No es pues la postura que debería tener un presidente, PEOR fuera del país. No puede tratar a las personas así con ese desprecio ¿Qué dice usted?
– Sinceramente pienso, y esto es sólo mi punto de vista, que me hubiese gustado ver esa altivez en presidentes anteriores cuando estaban negociando con el futuro de nuestro país. No creo que trate a nadie con desprecio, dice las cosas clarito namá, yo también soy así. Me puedo imaginar que a alguien le pueda molestar su estilo y su persona, a mi personalmente no es que me caiga bien o mal, pero eso que importa. No votaría por alguien sólo porque me cae bien, o porque me cae mal. Peor aún, no votaría por cualquiera sólo por quitarle el voto al que me cae mal. Sólo de pensar en algunos señores que están ahora de candidatos hablándole a nombre de todos nosotros al planeta entero en el seno de la asamblea de las Naciones Unidas, me da pena.
– Yo sí. Yo le doy el voto a cualquiera, cualquiera menos a este señor porque le odio. Pero no es sólo porque le odio, es porque no hace bien las cosas. Vea la delincuencia, la inseguridad. El país está peor que nunca en cuestiones de narcotráfico, de lavado de dólares. Las mafias internacionales están haciendo fiesta de este país lavando dólares. ¿No ve que este mudo les fue sacando a los gringos de la base de Manta? Ahora, en la costa, estos pillos hacen y deshacen, y le hablo de primera mano, porque un pariente muy cercano mío fue jefe de inteligencia de la policía durante muchos años, hasta ahorita que Correa le mandó sacando.
– Sé quien es su pariente. Oiga, pero eso del lavado lo he escuchado ya en algunas partes. ¿será cierto que el país se convirtió en la lavadora preferida del narcotráfico internacional?
– ¡Pero por supuesto pues señor! ¿No ve que ya no hay quien controle? Las avionetas entran y salen del país cuando les da la gana
– y eso que ahora hay radares
– hay radares pero no hay quien controlef. Los militares sólo velan por los intereses de este señor. Todo es corrupción oiga, todo es corrupción. En todas las instancias, todos los ministerios y uno vieeendo cómo se hacen feria la plata del pueblo. Por eso le odio yo a este señor, pero sobretodo por bocón porque si estuviera calladito nadien no le diría nada.
– Cierto es que hay bastante corrupción todavía, o al menos esa es la sensación que da porque ahora salen más cosas a la luz del día, pero eso es un problema cultural creo yo. Eso no lo va a cambiar este, ni ningún otro presidente por decreto, eso es algo que deberíamos ir cambiando todos los ciudadanos con nuestras actitudes y denunciando la corrupción. Oiga pero contésteme una cosa ¿Usted piensa que las elecciones siguientes son para marido o para presidente? Porque si son para marido tiene toda la razón en darle su voto a cualquiera menos a la persona que menos le simpatiza. Pero son para presidente, quizás debería escoger entre los que le quedan (eliminado Correa eso está claro) el más idóneo para el cargo, o anular, esa también es una opción válida. Decir no estoy de acuerdo con ninguno.
– Ese es el problema pues, que a los ecuatorianos no nos dejan otra opción que ser correísta o anticorreísta. Usted como es correísta ya no tiene ni que pensar, va y vota nomás. ¿Y denunciar, para qué? ¿A dónde? ¿cómo se denuncia? si todo está bajo el poder de este tipo.
– Jeje yo no soy correísta. De hecho no soy ni he sido nunca ISTA. Ni derechista, ni izquierdista, ni emelesista, ni barcelonista nada. Soy ecuatoriano. La mejor actitud y la mejor denuncia es hacer lo que usted haga BIEN. Poner el ejemplo, pensando no sólo en uno mismo, sino en todos. Creo que por ahí va el asunto. Más adelante por favor.
– Así es mi señor ¿por aquí se queda?
– Si, pero no puede parar aquí, es contravención
– Pero ya está puesto la intermitente. Todo el mundo hace así. Son cuatro con cincuenta
– Se da cuenta.