Con los ojos vendados y en sillas de ruedas fueron observados ayer los futuros agentes de tránsito en las calles céntricas de la capital azuaya, como parte del proceso de formación y capacitación académica en el que se encuentran inmersos.
El objetivo es que los aspirantes puedan sentir la realidad que viven las personas con capacidades especiales con el fin de que sirvan de mejor manera a este sector poblacional. Por ello se ha incluido dentro de la malla curricular el tema de derechos humanos y garantías constitucionales.
«Es una experiencia interesante, ya que uno vive lo que las personas con capacidades especiales sienten todos los días.
Es muy complejo subir con silla de ruedas a las rampas y andar por las calles, ya que los peatones no respetan», afirmó Freddy Paushe, uno de los aspirantes, quien añadió que el propósito del ejercicio es capacitarlos para interactuar con ellos.
El Taller de Conocimientos y Sensibilización acerca del servicio a los grupos vulnerables tendrá una duración de 30 horas y está a cargo de un equipo especializado de la Universidad de Azuay. Las clases se dictan en las instalaciones de la Universidad Católica de Cuenca.
Para Carlos Fernández de Córdova, gerente de Gestión de Movilidad del Municipio de Cuenca, la realización de ejercicios prácticos aportará a que se tome conciencia real sobre el trato que se debe brindar a las personas con capacidades diferentes.
«Los agentes han pasado por dos meses de internado y ahora están culminando el proceso académico; dentro de éste se realiza una instrucción teórico-práctica», añadió.
Para Iván Granda, defensor del Pueblo, con esta iniciativa se construye una ciudad con valores, donde se considera a los grupos vulnerables. «Esto es parte de la campaña 'Cuenca, transporte con derechos' que se ejecuta en la ciudad», dijo.