Cada vez más países latinoamericanos están empezando a estudiar cómo coordinarse para conseguir una posición de mayor fortaleza a la hora de comerciar y negociar con China, dijeron a Efe varios viceministros que acudieron esta semana a la mayor cita empresarial anual entre ambas regiones.
Los representantes gubernamentales de Ecuador, Uruguay y Costa Rica que acudieron a la VI Cumbre Empresarial entre China, América Latina y el Caribe, celebrada en la ciudad oriental de Hangzhou, coincidieron en señalar la creciente sensibilidad de su región hacia esta idea.
Refiriéndose a las crisis de Europa y de Estados Unidos -principales mercados de exportación de Latinoamérica-, Ocampo consideró que «nos dejaron una enseñanza muy clara: hay que poner los huevos en distintas canastas, y claramente Asia y China son un mercado muy importante».
El viceministro ecuatoriano de Producción, Empleo y Competitividad, Rubén Morán, también coincidió con ellos en que en Latinoamérica «todos estamos trabajando de manera conjunta» en alcanzar la «siguiente etapa» de la relación con China, con mayor inversión y presencia de firmas del país asiático en la región.
La necesidad de una mayor integración entre los países latinoamericanos para negociar con socios comerciales del peso de China acabó apareciendo como una de las principales conclusiones de la cumbre de este año.
En esa línea se pronunció también ante la prensa la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (Cepal), la mexicana Alicia Bárcena.
«Creemos en el regionalismo abierto, es decir, que nuestros países se tienen que organizar entre sí para poder articular una mejor postura intrarregional, generar mecanismos intrarregionales, vía Unasur, vía la Alianza del Pacífico, vía la cooperación centroamericana», señaló.
Algunos presidentes latinoamericanos ya lo ven con mucha claridad, como Juan Manuel Santos (Colombia) y Rafael Correa (Ecuador), señaló Bárcena, y auguró que esta tendencia irá en aumento.