“Gobiernos autocráticos”, “demagogia”, “populistas”, “políticos autoritarios disfrazados de demócratas” fueron algunos de los términos usados en el reunión de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) que se cumple en San Paulo, Brasil.
La SIP aglutina a los propietarios de las empresas de comunicación, especialmente de medios impresos, más grandes del continente. Ellos se citan cada año para discutir el estado de las libertades de expresión y de prensa en las Américas.
Ese reporte es duramente criticado por más de 130 periodistas, catedráticos, intelectuales de la región, quienes, a través de una carta pública, exigieron a la SIP que no esconda sus permanentes ataques políticos a gobiernos progresistas, atrás de una defensa de los derechos.
En el último lustro, los presidentes de Venezuela, Bolivia, Argentina y Ecuador han afrontado el vendaval de las poderosas empresas de comunicación reunidas en la SIP y la cita de San Paulo no fue la excepción.
En el caso de nuestro país, desde Brasil se difundió un informe preliminar que asegura que no existe “una plena libertad de expresión y de información”. Y se señala al Gobierno del Presidente, Rafael Correa, como el gestor de esas “violaciones”.
Ese reporte fue presentado por Pedro Zambrado, representante del Diario de Manabí, con el aval de los 17 medios impresos que pertenecen a la SIP. Entre ellos El Universo, El Comercio, Expreso, Extra, Diario Súper, Hoy, La Hora y Revista Vistazo.
Es decir, 17 periódicos o sus propietarios decidieron que es o no una violación a las libertades de expresión o de prensa. Sin embargo, en el país existen más de 900 medios, entre privados, públicos y comunitarios, los cuales no fueron consultados. También hay que tomar en cuenta que en ese reporte nunca se menciona si preguntaron a las facultades de comunicación y a otros organismos sociales sus criterios sobre la realidad del estado de las libertades en el Ecuador.