El número de víctimas de la masacre del estado de Tamaulipas, en México, aumentó a 145 al encontrarse otros 23 cuerpos en una localidad del municipio de San Fernando, según reportaron agencias internacionales.
El secretario general de Gobierno de Tamaulipas, Morelos Jaime Canseco, declaró que “los últimos cadáveres fueron hallados en zonas distintas al campo de La Joya, donde se encontraron los primeros 122 cuerpos”.
Las autoridades sostienen que los cuerpos pertenecen a pasajeros de autobuses del transporte público secuestrados y asesinados cuando transitaban por la ruta de San Francisco, en un homicidio múltiple atribuido al cártel de Los Zetas.
A su vez, agentes federales de la ciudad de Durango descubrieron otra fosa clandestina, con diez cadáveres, tres de ellos decapitados y cuatro cráneos.
Según la fiscalía del estado, citada por el diario El Universal de la capital mexicana, los cuerpos fueron encontrados en avanzado estado de putrefacción en una casa de la Colonia Providencia de Durango.
Mientras tanto, en menos de dos horas al menos trece personas fueron asesinadas en distintos sucesos ocurridos en la ciudad de Monterrey, víctimas también atribuidas a la acción del crimen organizado que desde hace más de un año asola a la región.