Puerto Príncipe, Haití.- En enero 12 la tierra se sacudió aquí. Más de 220,000 personas murieron. Más de 300,000 resultaron heridas. La capital y grandes áreas a sus alrededores quedaron destruidos.
Seis meses después del terremoto de 7.0 grados Richter, parece que no mucho ha cambiado. Todavía parece como si una bomba hubiera acabado de caer en la ciudad.
El gobierno escasamente ha empezado el proceso de limpieza. Las calles en el centro de la ciudad todavía están bloqueadas por escombros. Y algunos expertos predicen que tomará 20 años removerlos todos.
“Hemos removido 250,000 metros cúbicos de escombros, que suena como mucho, hasta que te das cuenta que hay 20 millones de metros cúbicos de escombros aquí”, dijo Imogen Wall, vocera de la oficina de las Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios en Haití.
La ONU estima que 1.5 millones de personas viven actualmente en campamentos. Eso quiere decir que uno de cada nueve haitianos no tiene casa.
Y Wall dice que la situación es tan difícil que dentro de seis meses puede que se vea igual.
“Por las cifras que estamos registrando aquí y por lo que sabemos que toma hacer una buena reconstrucción a largo plazo… nos llevará mucho tiempo hacer que 1.5 millones de personas vuelvan a tener las condiciones de vivienda de largo plazo que necesitan y quieren”, dijo.
La mayoría de haitianos quedó valiéndose por sí mismos.
En un barrio improvisado en una colina, en donde las personas viven al lado de los escombros de las casas de sus vecinos, los habitantes hicieron un descubrimiento terrible el sábado: partes del cuerpo de una mujer embarazada de unos veinte años que había desaparecido después del terremoto.
“Horrible. Es triste”, dijo el vecino Pierre Fouriol.
Es una escena trágica que todavía se presenta por toda la ciudad.
El gobierno haitiano dice que no puede enfrentar la limpieza de escombros o el reasentamiento de las personas sin casa en este momento, porque enfrenta amenazas más inmediatas.
“La prioridad real del gobierno es proteger a la población en la próxima temporada de huracanes, y la mayor parte de nuestro esfuerzo ahora están en esa dirección”, dijo el primer ministro haitiano Jean-Max Bellerive.
Pero muchos haitianos están tomando el asunto en sus propias manos.
Jean-Jacques Jerome junta pedazos de madera, construyendo una nueva casa para reemplazar la que fue destruida por el terremoto.
“No podía pagar nuevo material de construcción”, dice, “así que escarbé las partes en la calle, sacándolas de pilas de escombros y de basura”.
Con los escombros de la devastada ciudad, una nueva generación de casas hechizas están siendo construidas, que probablemente serán más vulnerables a las inundaciones y las tormentas letales que azotan a Haití.
Entretanto, el palacio presidencial permanece en ruinas.
Incluso las personas más poderosas del país escasamente han empezado a recoger los escombros.
Foto:http://elparche.files.wordpress.com/2010/01/haiti-terremoto3.jpg