Al menos 44 personas murieron y ocho recibieron heridas graves en accidente aéreo que sufrió la noche del lunes al martes un avión Túpolev-134 cerca de Petrozavodsk, capital de la república rusa de Karelia, en el noroeste del país, informaron fuentes del centro regional de Situaciones de Emergencia.
Según las fuentes, entre las víctimas mortales hay siete niños. Los heridos permanecen hospitalizados en estado muy grave.
En cuanto a las medidas de seguridad en el transporte aéreo nacional relacionadas con el siniestro, el vicepresidente del Gobierno ruso, Serguei Ivanov, se manifestó en contra de prohibir la explotación de los Tu-134 durante la investigación del accidente en Karelia.
“Es la solución más fácil (la prohibición). Pero ¿en qué volamos entonces?” Recordó Ivanov al subrayar que el parque de muchas aerolíneas rusas se limita a tres o cuatro máquinas, y que la mayoría no tienen los recursos financieros para adquirir aviones modernos, como el nuevo modelo de rutas regionales Sukhoi Superjet 100.
Desarrollado en la década del 1960, el Tu-134 fue el modelo más ampliamente producido en la Unión Soviética. De los 852 aviones Tu-134 fabricados en el período de 1966-1984, ciento cuatro siguen en servicio hasta hoy.
Ivanov, cuyo ámbito de responsabilidades en el Gabinete incluye el sector de transporte, dijo que no quiere anticiparse a los resultados de la investigación pero “los primeros datos externos testimonian un error del piloto” quien no pudo visualizar la pista en medio de una neblina.
Comparó el accidente de Petrozavodsk con el ocurrido en abril de 2010 cerca de Smolensk, donde murió el presidente polaco Lech Kaczynski y 95 personas que viajaban con él en un avión Tu-154.
Entretanto, las autoridades investigan el accidente sin excluir ninguna de las posibles causas, en particular, el factor humano, condiciones meteorológicas desfavorables, fallo técnico de los sistemas del avión o del aeropuerto, según el Comité de Investigación de Rusia.
El Tu-134, perteneciente a la compañía RusAir, despegó desde Moscú a las 22.30 horas locales (18.30 GMT) del lunes y en condiciones de la neblina, realizó un aterrizaje imprevisto sobre una carretera local, a un kilómetro del aeropuerto de Petrozavodsk.Al tomar tierra el aparato, su fuselaje se partió en pedazos y los fragmentos del avión se incendiaron.
El Ministerio ruso de Situaciones de Emergencia reportó que a bordo del avión siniestrado viajaban un ciudadano sueco, un holandés, dos ucranianos y una familia de cuatro personas que tenían doble ciudadanía, de Rusia y de EEUU.Uno de los nueve tripulantes sobrevivió, informó la portavoz de la compañía Rusair.