La revisión del anteproyecto de Ley Orgánica de Protección Integral y Atención Prioritaria de las personas adultas mayores realizada en la Defensoría del Pueblo por integrantes de la Red Nacional de Personas Adultas Mayores Ecuador (Renpermae) recordó aquellos tiempos en que se debía elegir con quién formar grupo, proponer ideas y llegar a acuerdos.
Es que en eso consistió la lectura del documento, para la cual una de las salas del piso 6 del edificio del BIESS se convirtió en un improvisado salón de clases. Allí los adultos mayores distribuidos en siete mesas analizaron los derechos y sus respectivos artículos, entre dinámicas y buen humor. A las dos de la tarde, luego de deliberaciones y de ponerse de acuerdo empezaron las participaciones de los representantes de cada mesa.
Consuelo Feroz fue una de ellas. La magíster en Ciencias Internacionales se refirió al Art. 35 del Derecho a la Educación y propuso construir una institución de educación superior para el adulto mayor. «Proponemos crear un centro para su ingreso y profesionalización basado en el principio de la Unesco, que habla de una educación para todos a lo largo de la vida, promoviendo actualización de conocimientos y nuevas tecnologías acorde con la matriz productiva nacional para mejorar su calidad de vida, independencia e inclusión económica». Acotó que la mayoría de personas terminan su ciclo de trabajo «y es como si las lanzaran a un abismo, porque no tienen ningún tipo de protección en la vida. Algunos que estamos trabajando tenemos pánico de lo que nos va a pasar después, el resto se queda callado».
Feroz tomó como ejemplo a Francia, donde contó que existe una Universidad para el adulto mayor, a la que ingresan quienes pasan de los 50 años.
Aunque su mesa abordó la problemática de la educación también se refirió al Derecho de Trabajo al pedir que «en la nómina de las instituciones públicas y privadas se contrate al 5% de trabajadores adultos mayores, de acuerdo con el Art. 47 de la Ley de Discapacidades. Que en estos 4 años de gobierno, así como fueron los anteriores que se le dedicaron a los discapacitados para que tuvieran su espacio, nosotros, los adultos mayores, seamos tomados en cuenta».
En ese mismo ámbito del trabajo, el representante de otra mesa, ingeniero Manuel Castillo Salto, de 79 años, del observatorio ciudadano de los derechos de las personas mayores de Guayaquil, fue más allá al decir que «los adultos mayores que han tenido una trayectoria laboral como profesionales podrán formar parte de un Consejo de Profesionales donde se puede apoyar a nuevos profesionales».
Asimismo, dijo que dentro del derecho al trabajo y actividades productivas «hemos creído conveniente el Art. de los créditos credenciales a través de los cuales el Estado mediante sus unidades financieras ejecutará un sistema de crédito referencial para financiar los proyectos productivos, en los que intervenga el adulto mayor con una tasa referencial correspondiente al 50% de la del interés vigente», propuso.
En lo que respecta al derecho a la salud, el delegado de la mesa que analizó sus artículos, doctor Luis Almeida, de la coordinación zonal 5 del Ministerio de Salud Pública, propuso «que las facultades de ciencias médicas, las escuelas de medicina y los institutos promuevan la especialidad de gerontología y que el Ministerio de Salud Pública dé los lineamientos específicos de cómo tratar al adulto mayor».
Mencionó que el Instituto Tecnológico Bolivariano está creando la carrera de Técnico Superior de Gerontología, «lo que será un gran paso».
Los mencionados derechos no fueron los únicos en ser analizados, también se trataron los de la Vivienda, Seguridad Social y otros.
Tras la presentación de las propuestas la coordinadora Nacional de Renpermae, Rosa Azúa Pincay, dijo que todas las observaciones serán sistematizadas y pulidas.
Explicó que el anteproyecto de Ley Orgánica de Protección Integral y Atención Prioritaria de las personas adultas mayores surgió hace dos años, pero que se retomó desde enero de este año, luego de que consiguieran por parte de la presidencia de la Asamblea una delegación de asesoramiento.
«Esta nueva ley ha sido redactada con ideas de los adultos mayores que integran los núcleos de Renpermae, en base al proyecto inicial que contemplaba la protección integral de ellos en función de los derechos que se detalla en la Constitución del 2008».
La organización que Azúa lidera nació en el 2005 y está integrada por 5.000 adultos mayores a nivel nacional, de ellos 1.500 son de Guayaquil. Azúa dijo también que para que no se vuelva a repetir la historia de la Ley del Anciano, el cumplimiento de los derechos de este proyecto dependerá «de los mismos adultos mayores, porque como ciudadanos no estamos vigilantes de que eso se cumpla y nadie lo va a hacer. Ahora mismo, si los adultos mayores no hubiésemos estado vigilantes de la ley, habría sido otra letra muerta como la que tenemos hasta ahora vigente», asegura.
Álvaro Ramírez, comisionado de la Defensoría del Pueblo, dijo que de todas las propuestas que se mencionaron hubo una que le llamó la atención. Se trataba de los buses que se detienen para que los adultos mayores puedan ingresar. «Se me ocurre hacer una campaña de incidencia para promoverla y que tomen conciencia».
Aseguró que como Defensoría «tenemos que precautelar el cumplimiento o evitar la vulnerabilidad de los derechos del adultos mayor y lograr que esta ley beneficie a todos los sectores, a través de programas».
Dijo que la ley del anciano va a estar ahí y hasta que no salga hay que trabajar con ella. Lo lindo de esta iniciativa es que ellos están creando su propio espacio.
DATOS
La ley del adulto mayor fue aprobada en 1991 y desde entonces ha tenido varias reformas.
En ella se contempla varios beneficios como alimentación, exoneraciones de impuestos, tarifa de transportes, agua, luz y teléfono con el 50% de descuento; hogares de protección, salud, y educación.
El Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) lanzó una campaña de Sensibilización por el Adulto Mayor.
Desde los 65 años en adelante, una persona es considerada un adulto mayor o perteneciente a la tercera edad.