La ministra de Medio Ambiente, Marcela Aguiñaga, aseguró que en Ecuador la fabricación de botellas es de 1 400 millones y apenas el 39 % de esa cifra se recicla. Por ello el impuesto ‘verde’ a fundas y botellas de plástico, busca contrarrestar el nivel de contaminación en el país.
El tributo busca estimular el proceso de reciclaje. De ahí que la reforma tributaria contempla un impuesto de USD 0.02 por botella plástica no retornable utilizada para contener bebidas alcohólicas, no alcohólicas, gaseosas, no gaseosas y agua.
Mientras que están exentas de este impuesto, las botellas de plástico no retornable usadas para envasar productos lácteos y las botellas de plástico no retornables usadas para envasar medicamentos.
En una entrevista televisiva, la secretaria de Estado se preguntó “qué pasa con esas 864 millones de botellas que no se reciclan, la mayoría termina en las playas y en los botaderos, donde le quitan la vida útil a los rellenos”.
Aguiñaga puntualizó que el ‘impuesto verde plástico’ es urgente en Ecuador, porque “seguimos teniendo problemas serios de la basura, promocionamos las áreas protegidas, pero cuando vamos a visitar las playas encontramos la basura”.
Recalcó que hay dos conceptos básicos que tiene la medida y son motivar al consumidor a reclamar sus USD 0.02 centavos e incentivar el hábito de consumir menos material en plásticos.