Al menos diez personas murieron hoy y otras 25 resultaron heridas por tres explosiones cerca de los Ministerios de Exteriores y de Justicia, en el centro de Bagdad.
Los dos primeros atentados fueron perpetrados casi de forma simultánea con coches bomba en la zona de Al Alaui en las proximidades de la sede de Exteriores.
Acto seguido, un terrorista suicida detonó un cinturón de explosivos adosado a su cuerpo en las cercanías del Ministerio de Justicia.
La fuente no descartó que el número de víctimas mortales pueda aumentar debido a la gravedad de algunos de los heridos.
La violencia ha aumentado en Irak en el último año tras la retirada de las tropas estadounidenses en diciembre de 2011, con numerosos atentados, muchos de ellos contra las fuerzas de seguridad y los chiíes.
En la actualidad, el país vive una crisis política originada por las protestas de suníes en varias provincias.
En su pulso contra el Gobierno del primer ministro, el chií Nuri al Maliki, los suníes exigen la liberación de presos, corregir el proceso político, enmendar la ley antiterrorista y alcanzar un equilibrio en las instituciones del Estado, entre otros.