Al menos 22 personas, entre ellas ocho niños, murieron este martes por los disparos del Ejército sirio y de las fuerzas de seguridad en varias ciudades de Siria, según el grupo opositor Comités Locales de Coordinación.
La red de activistas indicó que este es un primer recuento de víctimas y no descartó que la cifra final aumente.
Por su parte, la Organización Nacional Siria de los Derechos Humanos elevó a más de una treintena el número de muertos en todo el país.
El suceso ocurre cuando el canciller turco Ahmet Davutoglu fue recibido por el presidente Bashar al Asad, para entregarle un mensaje de Ankara pidiendo el cese de la represión del movimiento de protesta.