Un nuevo atentado suicida para vengar «el martirio» de Osama Bin Laden reivindicado por talibanes paquistaníes causó la muerte este jueves de por lo menos 27 personas, en su mayoría policías, en el noroeste de Pakistán.
«Era un atentado suicida con coche bomba contra una comisaría, pero el kamikaze hizo explotar el coche en un puesto de control cercano», dijo el viceinspector general de policía Masud Jan Afridi.
Según Shahibzada Mohamad Anis, responsable administrativo del distrito, en el atentado murieron 27 personas y 53 resultaron heridas.
«La mayoría de los muertos son policías y seguramente se registren más fallecimientos», explicó a la AFP Fazal Naim, jefe de policía de la región.
La explosión dejó un cráter de tres metros de diámetro y 2,5 metros de profundidad y los expertos en explosivos estimaron que la carga era de 450 kilos, según un oficial de policía, Latif Jan.
«Aceptamos la responsabilidad de este ataque. Se trató de un pequeño atentado para vengarnos por el martirio de Osama» Bin Laden, dijo por su parte a la AFP el portavoz de los talibanes paquistaníes Ehsanulah Ehsan.
«Dentro de poco va a haber atentados más importantes. Para vengar a Osama no bastan algunos pequeños atentados», afirmó el vocero del Movimiento de Talibanes de Pakistán (TTP).
Los talibanes paquistaníes habían jurado, el día de la muerte del líder de Al Qaida hace más de tres semanas, intensificar su campaña de atentados que ya dejó cerca de 4.400 muertos en menos de cuatro años en este país aliado de Washington en su «guerra contra el terrorismo».