Al menos 55 personas murieron y otras 372 resultaron heridas en un doble atentado registrado este jueves en el sur de Damasco, informó el Ministerio sirio del Interior.
La explosión consecutiva de dos coches bombas ocurrió aproximadamente a las 08h00 locales (05h00 GMT) en la zona de Qazzaz, en la periferia de la capital, Damasco.
Los ataques, cuyo origen aún se desconoce, tuvieron al parecer como objetivo la sede de los servicios de Inteligencia, aunque las principales víctimas fueron civiles.
Los estallidos coincidieron con la salida de los trabajadores para sus puestos de trabajo y de los estudiantes a sus escuelas y universidades, y en un momento en que por la zona había un denso desplazamiento de autos, autobuses, taxis y personas.
Escombros, sangre y cristales de las ventanas de edificios cercanos cubrían el suelo, donde las explosiones han abierto un cráter de casi dos metros de profundidad y más de cinco metros de ancho. Se podía observar restos humanos diseminados por el área, rodeada de varios coches calcinados.
El régimen sirio responsabilizó del ataque a «grupos terroristas armados», apoyados por partes extranjeras, y aseguró que va a perseguir a los asesinos y a quienes los acojan.
Un equipo de observadores de la ONU se trasladó para inspeccionar el lugar del doble atentado. El jefe de la misión, general Robert Mood, llamó a todos aquellos que están detrás de esos ataques, sean de dentro o fuera de Siria, a percatarse de que sólo ocasionan mayor sufrimiento.
También acudieron cientos de personas que en improvisadas manifestaciones condenaron tales acciones calificándolas de criminales, bárbaras, y culpando a Estados Unidos, Al-Qaeda, naciones del Golfo Pérsico y países occidentales de estar detrás de los hechos.
Este ataque constituye uno de los más mortíferos ocurridos en la capital siria, principal objetivo de los atentados perpetrados desde el inicio de las protestas contra el régimen de Bachar el Asad, en marzo de 2011. Efe, Prensa Latina.