Al menos 77 personas murieron al estrellarse anoche un avión de la compañía nacional iraní «IranAir» en el noroeste del país al parecer a causa del temporal de nieve y viento que azota la región, confirmó hoy la radio oficial.
Según la fuente, en el siniestro han sobrevivido una treintena de viajeros, que han sido trasladados a hospitales, algunos con heridas extremadamente graves, por lo que no se descarta que el número de víctimas mortales pueda incrementar.
En un principio, la agencia semi-oficial de noticias local Fars había asegurado que en el aparato, un Boeing 727, viajaban 105 personas y que al menos medio centenar de ellas habían logrado salvar la vida.
Sin embargo, Doce horas después del accidente la cifra de pasajeros aún no está clara y oscila entre 104 y 106 según los distintos medios oficiales iraníes.
Entre el pasaje había doce miembros de la tripulación, dos bebes y un niño, cuyo destino no se ha revelado.
Con el amanecer, y pese a que la tormenta no ha cesado y en la zona hay una capa de casi un metro de nieve, los servicios de rescate han retomado sus labores.
El accidente ocurrió sobre las 19:45 horas local (16:15 GMT) del domingo cerca de lago Urumiyeh, próximo a la frontera con Turquía, cuando el aparato se disponía a aterrizar entre la niebla, explicó el presidente del Centro Estatal de Emergencias de Irán, Gholam Reza Masumi.
El responsable corrigió, asimismo, la cifra de 156 pasajeros anunciada en un primer momento por la televisión estatal.
El avión había partido esta tarde del aeropuerto nacional de Mehrabad, en el sur de Teherán, con más de una hora de retraso debido a los problemas de visibilidad y frío en la ruta que reportaba la torre de control de Urumiyeh.
Los accidentes aéreos son relativamente frecuentes en Irán, debido sobre todo a la precariedad de su flota aérea, anticuada y sometida, como el resto del país, a un embargo internacional que le impide comprar piezas de repuesto originales.
Según cifras oficiales, cerca de un millar de personas han perdido la vida en distintos accidentes aéreos, civiles y militares, en irán durante la última década.
El último de gran envergadura ocurrió en julio de 2009 cuando un Tupolev de la compañía Caspian Airlines en ruta entre Teherán y Yarevan, capital de Armenia, y con 156 personas a bordo se estrelló cerca de la ciudad septentrional iraní de Qazvin.
En el accidente, causado por el incendio de uno de los motores en vuelo, perdieron la vida todos los ocupantes del citado aparato de fabricación rusa.