La explosión de una bomba lacrimógena causó alarma entre los moradores de La 20 y Venezuela, en el Suburbio de Guayaquil. El artefacto había sido arrojado al patio de una vivienda. Hasta el sitio llegaron agentes especializados de la Policía.
«No tenemos enemistad con nadie», sostuvo Luz María Ruiz, propietaria de la casa, al explicar que desconoce las causas por las que alguien haya pretendido hacerle daño a ella o su familia. En el momento del suceso, la afectada se encontraba acompañada de su cuñada e hijo de un año de edad, quienes no sufrieron daños.
El humo se propagó y llegó hasta las escuelas Francisco de Orellana y Juan Tanca Marengo. En el primer instituto dos estudiantes presentaron síntomas de asfixia, mientras que en el segundo plantel los 280 niños que allí se educan fueron evacuados con la ayuda de policías, padres de familia y maestros. Las clases fueron suspendidas en esas entidades hasta mañana.
