«Nos debemos al contribuyente alemán y antes de apoyar un proyecto estamos obligados a revisar su solidez y seriedad», indicó un portavoz del ministerio de Cooperación y Ayuda al Desarrollo respecto a la aportación inicialmente comprometida desde Berlín.
«La pelota está en el tejado de Ecuador», añadió la fuente, para advertir de que «hasta al momento no hemos recibido la respuesta esperada».
La precisión del ministerio sigue a la pregunta formulada el pasado miércoles en la sesión plenaria del Bundestag (Parlamento federal), por la diputada Ute Koczy, de los Verdes, acerca de la supuesta retirada del apoyo alemán al proyecto.
Koczy reprochó ahí al ministro de Cooperación, el liberal Dick Niebel, haber retirado el apoyo inicialmente comprometido a ese proyecto ambientalista que Ecuador defenderá ante la Asamblea de Naciones Unidas el próximo 27 de septiembre.
Desde el ministerio de Niebel, en proceso de reestructuración desde que el político liberal asumió su dirección, se respondió a la diputada que la documentación presentada por Quito no ofrece, hoy por hoy, «objetivos ni garantías suficientes» de solidez.
La cuestión podría dirimirse en la visita del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, a Berlín, prevista para el próximo noviembre.
Dicha iniciativa busca no explotar un yacimiento de petróleo en la Amazonía y evitar la emisión a la atmósfera de más de 400 millones de toneladas de dióxido de carbono, a cambio de una compensación de la comunidad internacional.
El Bundestag había expresado su apoyo al proyecto en su primera exposición, en 2009, pero desde el ministerio de Niebel se expresaron recelos a concretar el apoyo a que aspira Quito.
El gobierno de Ecuador y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) firmaron a principios de agosto el Fideicomiso Yasuní-ITT para recaudar los fondos precisos para el proyecto.
Alemania, junto a España, Japón, Italia y Chile, está entre los países implicados en la iniciativa, pero Quito está a la espera de que se concreten las aportaciones -lo que hasta ahora sólo ha hecho la parte chilena, con 100.000 dólares-.
La iniciativa prevé mantener indefinidamente bajo tierra las reservas petroleras de los campos Ishpingo, Tambococha y Tiputini, situados en el Parque Nacional Yasuní, que ascienden a 846 millones de barriles de petróleo.
Ecuador aspira a lograr de la comunidad internacional al menos 3.600 millones de dólares, equivalentes a la mitad de lo que percibiría en caso de explotar el crudo del ITT.