Son las 06:00 y el rebuznar de un burro levanta a Manuel Velásquez Peso, agricultor de la parroquia Canuto, provincia de Manabí, para empezar su jornada de trabajo en sus hectáreas de yuca. Más de 3.000 familias de la parroquia se dedican a la producción del tubérculo, que desde 2008 los manabitas exportan a Colombia.
Velásquez y varios de sus coterráneos anteriormente se dedicaban a la ganadería, cultivo de cacao y café, pero esta actividad no era lucrativa, pero desde 2002 se dedicaron a perfeccionar la producción de la yuca y así mejoraron la calidad del producto.
“Para obtener el almidón se corta la yuca, se la lava, se raya y fermenta”, indicó el agricultor, quien desde hace 10 años de dedica al cultivo del tubérculo.
El almidón de yuca es utilizado para elaborar embutidos, panes, tortillas y productos típicos de Manabí, que son comercializados en varios sectores del país y del mundo.
Familias salen adelante
Luis Chica, dueño de la planta Luisán, habitante de San Pablo de Tarugo, en Canuto, donde más de 5.000 hectáreas se destinan al cultivo de yuca, mencionó que junto con él trabajan más de 20 personas del sector y que poco a poco salen adelante a través de la producción.
“Anteriormente nos dedicábamos a la ganadería y al cultivo de cacao, pero eso no nos ayudaba a mejorar nuestra calidad de vida. Unos expertos colombianos visitaron un día nuestras tierras y nos hicieron ver el potencial que teníamos”, recordó el agricultor manabita.
Chica informó que su planta desde 2008 empezó a exportar el tubérculo a Colombia y que envía más de 400 quintales de almidón de yuca al vecino país del norte.
“En Canuto todos vivimos de la producción del almidón, es uno de los mejores del mundo, hemos tenido créditos del Gobierno, eso nos ha ayudado y mucho para superarnos”, expresó.