Noboa, junto con sus partidarios y aspirantes a la Asamblea por la lista 7, se concentró a la entrada de la cooperativa Flor de Bastión. Embarcado en su camioneta Dodge doble cabina color gris, el empresario era seguido por varios automóviles y dos camiones repletos de juguetes.
El primer punto de visita fue la vivienda de Segunda Graciela Castro, moradora de Flor de Bastión. Ella recibió una donación de la Fundación Cruzada Nueva Humanidad que Noboa preside junto con su esposa y compañera de fórmula, Anabella Azín.
La donación consistió en ollas, sillas, baldes y lavacaras plásticas, una cocina con su respectivo tanque de gas, cucharones de aluminio, entre otros enseres, para que la señora emprenda un negocio de comidas. Así lo aseguró el candidato.
él mismo en hombros llevó los implementos hasta la pequeña vivienda de doña Graciela. “Gracias, gracias a usted, ojalá gane”, repetía la mujer al ver los regalos.
A pocos metros observaban el candidato a la Asamblea, Alfonso “Pocho” Harb y el jefe de campaña, Alejandro Ponce.
“Estas son obras y no palabras, los políticos se pasan hablando y prometiendo. Nosotros damos trabajo todos los días, la culpa de lo que ocurre en el país no es de los empresarios, es de los malos políticos y por eso quiero cambiar el país”, sostuvo Noboa mientras mantenía su cabeza junto a la de Graciela.
En tanto, Harb explicaba sus propuestas de campaña. “Nuestro objetivo es la lucha contra la delincuencia, mi propuesta de campaña es 50 años de prisión a quienes cometen crímenes execrables, defender la existencia del Bono de Desarrollo Humano y crear una obligatoriedad para que los estudiantes que salen de las universidades puedan ser incorporados en las empresas”, sostuvo el ex periodista deportivo.
Terminada esta labor la caravana se dirigió al bloque 10 de Bastión Popular. En esos momentos comenzó a lloviznar, las callejuelas de tierra inmediatamente se tornaron lodosas y complicó el ingreso de los vehículos.
La caravana se detuvo hasta que dejara de llover. Las personas se acercaron a los carros de cuyos altavoces se escuchaba la canción de campaña: “Despierta Ecuador, despierta” (al ritmo del baile de la tusa).
Alfonso Harb aprovechó el momento para saludar a quienes estaban cerca de los vehículos. Se ordenó sacar de uno de los camiones los regalos que tenían previsto entregar: muñecas y pelotas de hule. A los pocos segundos decenas de niños pugnaban por los obsequios.
Dejó de lloviznar, pero el cielo aún estaba nublado. Noboa entonces salió de la camioneta. Conversó con sus coidearios, en voz baja, por unos momentos. Luego se animó a subir al balde del vehículo. Junto a él se colocaron Harb y demás seguidores.
El candidato prianista se tomó otra foto, esta vez con Sandra Reina, dueña de la vivienda en cuyo portal se cobijó. Nuevamente sonrió a la cámara y se despidió de la anfitriona.