Debora James, directora de Programas Internacionales del Centro para Investigación Económica y Política (CEPR) en Washington, Estados Unidos, consideró como acertada a la decisión del Gobierno ecuatoriano de declarar a la ex embajadora Heather Hodges persona no grata y pedir su salida inmediata del país.
Por su reconocida e importante trayectoria sobre temas políticos en los Estados Unidos, James fue invitada a participar en una entrevista en la cadena televisiva CNN, espacio en el cual se analizaron las polémicas aseveraciones que realizó Hodges en un cable diplomático en el sentido de que el Presidente ecuatoriano Rafael Correa, nombró al ex comandante de Policía, Jaime Hurtado, pese al supuesto historial delictivo de ese oficial.
La analista política y directora del CEPR afirmó que los cables diplomáticos divulgados por Wikileaks muestran “bastante falta de respeto de parte de la embajadora (Hodges) hacia el Primer Mandatario de Ecuador”.
James dijo que ante la conducta injustificada de la diplomática, la decisión de declararla persona no grata, fue una reacción normal que Ecuador adoptó como país soberano.
“Desde mi punto de vista esto es normal al recibir esa declaración, entonces Ecuador ahora ha decidido no recibir más a la embajador, pero ha declarado su intención a seguir las buenas relaciones con los Estados Unidos, incluso se dice, que le dan la bienvenida a otro embajador o embajadora”, comentó.
La directora del CEPR agregó que los cables de Wikileaks que hacen referencia a Ecuador, muestran una coordinación de campaña mediática en contra de este país.
James, importante analista política estadounidense, dijo que los cables divulgados no son un “juego de niños” por lo tanto, Estados Unidos deben de afrontar su responsabilidad por las equivocaciones y declaraciones que tienen un contenido que falta el respeto al Gobierno ecuatoriano.
Asimismo afirmó que el Estado ecuatoriano, como país soberano, está en su derecho de decidir a quiénes aceptan como diplomáticos en representación de otras naciones.
Agregó que los cables de Wikileaks demuestran la coordinación de una campaña mediática para desprestigiar al Gobierno y para hacer parecer como que existen enlaces entre Ecuador y las FARC “Esos son criterios que la embajadora formó y por eso es que Ecuador tomó esa decisión”, recalcó James.
En ese contexto, dijo estar segura que si la situación hubiera ocurrido al revés, es decir, que si la acusación era contra Estados Unidos, entonces se habrían adoptado acciones similares.
“En muchos casos Estados Unidos no hubiera recibido tampoco un embajador. Hace dos semanas el mismo embajador de los Estados Unidos en México también decidió que él no podía seguir en la función como diplomático por las dificultades que tenía con el Presidente de México por lo que revelaron las filtraciones de Wikileaks”, comentó.