La investigación sobre la misteriosa muerte de Alberto Nisman avanza de la mano de una fuerte politización del caso y aguarda la inminente declaración testimonial de un personaje clave, el exespía y estrecho colaborador del fallecido fiscal en la causa AMIA, Horacio Antonio “Jaime” Stiuso.
Esta declaración estará enmarcada en el mismo misterio que rodea el caso y al propio exagente de inteligencia. La fiscal Viviana Fein dijo que Stiuso declarará en un lugar y una fecha no precisados para resguardarlo del acoso periodístico. Según fuentes judiciales, el trámite podría cumplirse la semana próxima, aunque no se descarta que suceda en estos días. De todos modos, la fiscal lo informará cuando Stiuso ya haya declarado.
Stiuso fue mencionado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner cuando denunció una conspiración que empezó con la denuncia de Nisman en su contra por encubrir a los iraníes acusados de ser los autores del atentado terrorista a la mutual judía AMIA en 1994, que causó 85 muertos. La Jefa de Estado dijo que ese complot terminó con la muerte del fiscal.
El exagente fue exonerado por la mandataria en diciembre pasado y hace una semana se le levantó la obligación de guardar silencio para que pueda declarar en la causa. Según la fiscalía, Nisman se comunicó “en reiteradas oportunidades” a uno de los teléfonos de Stiuso el día anterior a su muerte.
El secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, señaló que Stiuso deberá explicar de qué hablaron ese día y afirmó que en la relación entre ambos “Stiuso era el comandante y Nisman el comandado”.
“Uno se da cuenta en estas cosas cuando trabaja con alguien quién es el comandante y quién es el comandado; yo sentía que el comandante era Stiuso y el comandado era el doctor Nisman”, dijo Fernández.
En tanto, la investigación sigue su curso. Un perfil genético distinto al de Nisman fue hallado en una taza de café en el departamento donde vivía el fiscal. El hallazgo no necesariamente apuntala la hipótesis de un asesinato, ya que podría corresponder a cualquier persona que haya estado en la vivienda donde el 18 de enero fue hallado muerto Nisman con un balazo en la cabeza.
Como primera medida, se tomarán muestras de ADN al exasesor informático Diego Lagomarsino, quien el día anterior a la muerte de Nisman le entregó un arma calibre 22 de su propiedad. Según Lagomarsino, el fiscal le había pedido prestada el arma que, de acuerdo a las pericias, fue la que causó el deceso. Incluso Lagomarsino contó en una rueda de prensa que había tomado ese día un café en la casa del fiscal. Además, un segundo estudio microscópico de barrido electrónico para determinar si el fiscal tenía o no restos de la deflagración de un disparo en sus manos volvió a dar negativo.
Fein sigue manejando las hipótesis de suicidio (inducido o no) y asesinato. Por lo pronto, otra pericia confirmó que la bala que mató a Nisman ingresó por “arriba de la oreja derecha” y “con trayectoria ligeramente ascendente”, de menos de 30 grados. El recorrido del proyectil y el orificio de ingreso son “compatibles” con una lesión autoinfligida. Sin embargo, aun no se descarta que haya sido un crimen.
También la fiscal Fein tomó hoy declaración a los agentes de inteligencia que recibieron al fiscal Nisman cuando llegó al aeropuerto internacional de Ezeiza el 12 de enero, procedente de España. Su llegada fue grabada por cámaras de seguridad. Dos días después Nisman presentó su denuncia contra la presidenta.
Fuentes de inteligencia dijeron a EL TELÉGRAFO que el hecho que el fiscal haya sido recibido por agentes es un trámite formal, reservado a personas de su importancia y con vínculos con el espionaje, en su caso en el marco de la causa AMIA. Sin embargo, la fiscal busca determinar por qué existió un seguimiento con las cámaras de seguridad del aeropuerto.
Fuera de la investigación, la causa está teñida por una fuerte politización en un año electoral en el que los argentinos elegirán al sucesor de la presidenta. Un grupo de cinco fiscales convocó a una “marcha del silencio” para el 18 de febrero, al cumplirse un mes de la muerte de Nisman.
La prensa oficialista, con el programa de TV “6,7,8” que emite el canal público a la cabeza, calificó a la convocatoria como “la marcha de los cinco fiscales golpistas”.
La oposición en pleno adhirió a la movilización y sus principales dirigentes anunciaron que participarán en la marcha en “homenaje” a Nisman.