“Los recursos públicos son sagrados”, dijo el ex candidato presidencial colombiano Antanas Mockus, al referirse a la diafanidad que debe existir en la gestión de la administración pública, en el marco del “II Encuentro de Transparencia”, que se inauguró ayer en Guayaquil.
El también ex alcalde de Bogotá participó con su ponencia “Cultura ciudadana en la prevención de la corrupción”, en el primer día del encuentro internacional que se desarrolló en el Centro Cultural Simón Bolívar.
La cita, que fue inaugurada por el secretario nacional de Transparencia de Gestión, Edwin Jarrín, es un espacio de reflexión colectiva e intercambio de experiencias de buenas prácticas de gestión pública. Durará tres días; hoy se desarrollará en Cuenca y el viernes concluirá en Quito, en el marco del Día Internacional contra la Corrupción.
En su presentación, Mockus se refirió al comportamiento de los ciudadanos y su grado de responsabilidad social, desde el punto de vista ético, moral y legal. Mencionó que “los corruptos se pasan construyendo razones para justificar su actuación” y que lamentablemente existe una mala percepción ciudadana de los funcionarios públicos, algo que debe cambiar.
Así, hizo referencia a un estudio de cultura ciudadana, que señala que el 85% de los colombianos considera que los funcionarios públicos son corruptos. Detalló que los políticos son los menos confiables, con un índice de 7%, mientras los maestros cuentan con mayor credibilidad, un 50%.
Mockus destacó la importancia de crear una cultura de respeto a los bienes públicos para lograr erradicar la corrupción en las instituciones estatales y lograr un manejo eficiente. “La gente cree que es menos grave robar al Estado que a un vecino y creo que corregir eso es clave para que haya más censura social contra la corrupción”, mencionó.
El catedrático, que logró reducir los niveles de violencia y corrupción cuando fue alcalde de Bogotá, señaló que la corrupción es un fenómeno sociológico antropológico con consecuencias económicas.
En este sentido, resaltó la gestión del gobierno del presidente Rafael Correa. “La lucha contra la corrupción, tal como se han propuesto ustedes, tendrá como efecto una sociedad mucho más coherente, donde la Constitución se encarna en la vida, pero también una economía más poderosa… Sigan por esa ruta de la Revolución Ciudadana”, expresó.
Jarrín, por su parte, hizo hincapié en el Plan Nacional de Transparencia y Lucha contra la Corrupción, que emprende el Gobierno ecuatoriano.
El funcionario señaló que esta iniciativa es una muestra clara de la ruta que sigue el régimen para contar con una administración pública ética, transparente y eficiente.
Jarrín mencionó al Instituto Nacional de Compras Públicas (Incop) como un ejemplo de la transformación profunda que ha emprendido este régimen para transparentar la gestión del Estado. Recordó que hace tres años las compras públicas en el país se realizaban “de acuerdo con los intereses particulares de funcionarios públicos, en medio de coimas y causando grandes perjuicios al Estado”.
Como dato, indicó que solo en 2010 se efectuaron más de 170.000 procesos de contratación pública por un monto total de 5,9 millones de dólares, lo que representó el 10% del Producto Interno Bruto (PIB) y el 20% del presupuesto general del Estado. Agregó que el Incop ha significado para el Estado un ahorro de 873 millones de dólares, respecto al precio referencial publicado en el portal de compras públicas, desde la creación de este sistema en 2008.
En el encuentro también participaron Celeste Conde, de Argentina, y Carlos Quílez, de Cataluña (España), quienes contaron las experiencias en materia de transparencia en sus países.