La cultura argentina brindó hoy una emotiva despedida a la escritora y compositora María Elena Walsh, figura de la literatura infantil latinoamericana, cuyos restos fueron sepultados en el porteño cementerio de Chacarita.
Walsh, de 80 años, falleció el lunes en un hospital de Buenos Aires tras un prolongado internamiento por el deterioro de su salud debido a una larga enfermedad.
Autora de 40 libros infantiles y más de 20 temas que fueron interpretados por populares cantantes iberoamericanos, como Mercedes Sosa y Joan Manuel Serrat, fue un símbolo para generaciones de niños latinoamericanos que crecieron con personajes como «Manuelita la Tortuga».
Sus restos fueron velados en la sede de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores (Sadaic), por donde pasaron colaboradores y amigos, escritores, artistas y miembros de organizaciones humanitarias, como Estela de Carlotto, de Abuelas de Plaza de Mayo.
También la presidenta argentina, Cristina Fernández, acudió anoche al velatorio para expresar sus condolencias a la fotógrafa Sara Facio, compañera de Walsh durante las últimas décadas.
Por la sede del Sadaic pasaron, además, las actrices Graciela Borges y China Zorrilla, el político Ricardo Alfonsín, los cantantes Susana Rinaldi, Víctor Heredia y Teresa Parodi, entre otros, y el escritor Leopoldo Brizuela.
Tal como había pedido en una de sus canciones -«Tápenme cuando me muera con una manta tejida por mis paisanas»- el féretro fue cubierto con una cobija en el coche fúnebre que lo transportó hasta el cementerio de Chacarita.
Tras una breve ceremonia religiosa, cientos de seguidores le rindieron un emotivo homenaje y despidieron sus restos con aplausos y entonando algunos de sus temas más conocidos, como «La Cigarra» y «Manuelita».
La escritora y compositora no sólo será recordada por sus creaciones infantiles sino por su coherencia política en etapas de convulsión social para Argentina, como «Canciones para mirar» en los años sesenta y «Desventuras en el País-Jardín de Infantes», en plena dictadura militar.