El ministro de Ciencia y Tecnología de Argentina, Lino Barañao, ofreció hoy al Gobierno chino la posibilidad de incorporarse como socio en un nuevo centro de nanotecnología que se instalará en el Polo Científico-Tecnológico de Buenos Aires.
En declaraciones a los periodistas tras una reunión entre Barañao y su homólogo chino, Wan Gang, el ministro argentino aseguró que «sería un honor» que el gigante asiático colaborara en este proyecto y se mostró «optimista» de cara a una respuesta positiva de las autoridades del país.
«Es muy importante que China también esté presente en este centro», explicó Barañao, un espacio que se situará dentro del grupo de Institutos Internacionales Interdisciplinarios para la Innovación -llamados I4- donde operan ya centros de colaboración entre empresas argentinas asociadas con organismos procedentes de Alemania, Italia o Francia, entre otros países.
«Se trata ya de un polo científico único que concentra administración, financiación, investigación científica y divulgación en una sola estructura», dijo el ministro, confiado en que China se convierta en el socio internacional necesario para llevar a cabo el proyecto.
Barañao afirmó que Argentina ha demostrado «seriedad» en las iniciativas conjuntas con el gigante asiático, en referencia al Centro Argentino-Chino en Ciencia y Tecnología de los Agroalimentos, inaugurado en 2008, que ha desarrollado nuevos alimentos con mayor capacidad nutricional y técnicas de conservación de la carne y las verduras.
Otros de los acuerdos entre Barañao y Wan se basan en la celebración de seminarios conjuntos de empresas entre ambos países y en el fomento del intercambio de estudiantes universitarios, según detalló el ministro argentino.
Uno de los actos más destacados de la visita será el seminario de empresas tecnológicas argentinas y chinas, que se celebrará el día 6 en la capital china y que contará con la participación de firmas de biotecnología, agro-alimentos, medicamentos contra el cáncer y software.
«El objetivo es el de fomentar los intercambios tecnológicos y las colaboraciones innovadoras», explicó el ministro, quien destacó como ejemplos el reciente lanzamiento de un satélite argentino en territorio chino o la cooperación de compañías especializadas en software de animación.
Otro de los campos con proyección común es el desarrollo de las baterías de litio, utilizadas en los vehículos eléctricos, un metal del que Argentina posee reservas y depósitos importantes.